El concejal de Urbanismo de Cangas, Mariano Abalo, tiene la "obligación moral" de resolver el problema a los vecinos del edificio de la calle Noria sobre el que pende una orden judicial de derribo porque "estaba al frente del gobierno municipal" en 1990, cuando se le abrieron los expedientes y ahora también tiene la capacidad de repararlo a través de la aprobación del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM). Quien lo dice es el portavoz del PP Rafael Soliño, que considera a Abalo como "una de las cuatro patas del problema" junto al constructor, el notario y el registrador de la propiedad que intervinieron en el proceso. "Todos ellos metieron la pata y Abalo debe poner todo de su parte para reparar el problema, que para eso está en el poder", reclama Soliño, que ofrece "toda la colaboración del PP" para lograr ese objetivo.

Los populares tienen claro que el PXOM es la herramienta idónea para poner fin a esta situación y darle cobertura legal a las edificaciones sobre las que pende la amenaza de derribo, y lamenta que a Abalo "le tiemble el pulso" cada vez que tiene que resolver los problemas de los ciudadanos. "Solo sabe tirar la piedra y esconder la mano, como lleva 35 años haciendo" desde su puesto de edil. Recuerda que ya pasó de puntillas sobre este problema cuando era edil de Urbanismo en el gobierno tripartito que presidía Clara Millán, y lo mismo hizo en 2011, cuando el PP lo intentó resolver y ACE se abstuvo en el Pleno. "Mariano siempre fue, y sigue siendo, el tapón para del urbanismo de Cangas", le reprocha.