La competición de Palomos de Raza es algo así como un pase de modelos pero en vez de "ángeles" de Victoria's Secret se muestran en jaulas estas aves luciendo sus mejores galas. Aquí se aprecia la barbilla, aunque se valora mucho el buche y la forma de la cabeza. Es un desfile que nos permite ver las diferencias de razas, lo que hay de genética, de alimentación y de adiestramiento. Horas de dedicación de estos locos por la colombofilia que pasan horas tratando de mejorar razas de las que la mayoría de los mortales no habíamos oído hablan nunca: Couliano, Granadino, Moncelo, Jiennense, Gaditano, Marchenero, Rafeño Laudino Sevillano y Morrilero Alicantino. Cada cual más espectacular, que dejan en muy mal lugar a esas palomas que comen las migas de pan que les echamos en nuestras plazas o que manchan con sus escrementos nuestras estatuas.

El campeonato organizado por la Sociedad de Columbicultura Rías Bajas quedó resuelto de la siguiente manera: en raza Laudino, en adulto, el primer premio fue para Francisco Ferreiro y el segundo para José Luis Barcala; en pichón, el primero y en segundo fueron también para Ferreiro. En Moroncelo (adulto) , el primero fue para Álvaro Prieto y el segundo para Martín López, que también obtuvo el primero en pichón. En raza Gaditano (adulto macho) los premios fuero para José Queijo y en adulto hembra para Enrique López y Santiago Antepazo. En la raza Morillero adulto, el premio se lo llevó J.A. Cordeiro, mientras que en la raza Rafeño (adulto) el ganador fue Asier Cabanelas y en Jiennense Albar Fernández. En Granadino (adulto) los premios fueron para Ramón Fernández y J.L Pereira, mientras que en Granadino pichón también obtuvo premio Ramón Fernández.

Más de 200 ejemplares se exhiben en Cangas, en el reformado edificio de la Cámara Agraria, desde ayer y hasta mañana.