Llega a los juzgados de Cangas un caso de violencia de género que había permanecido en silencio desde hace más de un mes, a pesar de la gravedad de los hechos y de que el agresor se encuentra en la cárcel de A Lama.
Una vecina de Cangas de 62 años, que responde a las iniciales I.L.D., fue apuñada repetidas veces por su pareja, A.C. B, natural de Pontecesures, de 65 años de edad cuando el día 22 de octubre se encontraba en la casa que el presunto agresor, que ahora está en la cárcel de A Lama, tiene en la calle Torre, en Campaña, término municipal de Valga. La víctima tuvo que ser ingresada en el Hospital Clínico de Santiago de Compostela, con múltiples heridas de arma blanca, contusiones y erosiones múltiples y tuvo que quedar ingresada debido a que una de las heridas de arma blanca afectó a un riñón. Quedó a su cargo una sobrina del presunto agresor. Por su parte, el A.C.B., en un primer momento fue ingresado en el pabellón de psiquiatría del citado centro y también presentaba una heridas con erosiones en ambas rodillas y manos, además de cuello. Según él fueron consecuencia del ataque de su pareja,; según la víctima se autolesionó tras apuñalarla y golpearla contra un muro, una vez que un vecino acudió al rescate.
La víctima manifestó ante la Guardia Civil que llevaba con su pareja tres días en Valga y la noche del 21 de octubre decidieron dormir en habitaciones separadas. Relata que sobre las 05.00 horas sintió como su pareja se levantaba de la cama y que después entró en la habitación donde ella dormía, le tapó la boca y comenzó a acuchillarla. Comenta que logró escaparse y salir al exterior de la vivienda y que al llegara a la entrada de la finca su agresor volvió a agarrarla. Afirma que le golpeó la cabeza contra el pilar de la puerta. Ella logró, de nuevo, apartarlo agarrándolo de sus partes y huyó hasta la casa de un vecino donde pidió ayuda. Un vecino relata como testigo que la mujer le pidió ayuda porque decía que su pareja la quería matar. La resguardó en su casa y avisó a la Guardia Civil y al 112.
El presunto agresor declaró ante la Policía Judicial que su pareja le despertó y le clavó un cuchillo en las venas de la muñeca y lo mató. Él presentaba heridas en ambas manos y cuello.
El supuesto agresor manifiesta que en el atestado que se encontraba durmiendo cuando su pareja se le acercó con una pastilla con el propósito de que la ingiriera, pero que inmediatamente se abalanzó sobre él con un cuchillo causándole una herida en la muñeca. Tras escuchar las declaraciones de ambos, los agentes entienden que existen indicios suficientes para creer que se encuentran ante la comisión de una infracción penal consistente en un delito de homicidio en grado de tentativa dentro del ámbito familiar.
En las diligencias abiertas en el juzgado de instrucción número 2 de Caldas de Reis ella señala que son pareja desde hace cuatro años y que vivían en su casa de Cangas, que a Torre vienen de vez en cuando. La víctima apunta que lleva 36 años viviendo en Cangas y que su intención era ir a casa de su hija hasta que se recupere, pero que después quiere volver a Cangas.
