La Policía Local de Moaña, con la colaboración de Protección Civil, retiró en la tarde de ayer del fondo del mar, junto al muelle de pasajeros, una moto que había sido arrojada la noche anterior y de la que una vez en tierra los agentes comprobaron que tenía matrícula falsa. Un vecino del lugar fue quien dio la alerta a la central de emergencias del 112-SOS Galicia, de que dos jóvenes habían tirado la moto al mar, y desde aquí se dio traslado de la incidencia a la Policía.

El alertante aseguraba que había visto cómo esos dos jóvenes tiraban la moto al mar desde la punta del muelle de pasajeros. La primera hipótesis que barajó la Policía fue un posible un acto vandálico y se descartaba un suceso mayor con posibles víctimas, como que hubiera ocurrido una pelea y que alguien hubiera caído al mar. La llamada del vecino sólo apuntaba a que fueron dos jóvenes que tiraron la moto al mar.

La Policía recibió la alerta cerca de las 22.00 horas del viernes. Cuando los agentes llegaron hasta la zona no encontraron rastro alguno de la moto, ni que hubiera signos de otro suceso. Era muy de noche como para poder divisar algo en el fondo del mar, por lo que los agentes optaron por la recuperación del vehículo el día siguiente, coincidiendo con la marea baja.

A las 16.30 horas de ayer localizaron el ciclomotor y lo retiraron del mar. Comenzó la labor policial de búsqueda del propietario del vehículo, y para sorpresa de los agentes, en esa labor descubrieron que la moto tenía matrícula falsa y su número no coincidían con el del bastidor del motor. La matrícula correspondía a una Yamaha CS50Z, propiedad de un vecino de Moaña., mientras que la moto que fue arrojada al mar es una Piaggio.

Los agentes localizaron al que sigue figurando como titular de la matrícula, un vecino de Meira que asegura que él vendió la moto a un conocido para desguace de las piezas.

La Policía seguía a última hora de ayer con las indagaciones para intentar localizar al dueño de la moto siniestrada y lo más probable es que se abran diligencias para esclarecer lo sucedido y por qué la moto acabó en el mar. No se descarta que detrás de ello haya un motivo de venganza..

Este caso vuelve a abrir también la alerta sobre una posible red de tráfico de matrículas falsas para motos robadas, lo que obligará a las fuerzas del orden a una mayor presión sobre la circulación de motos.