Cangas celebró ayer el mercadillo ambulante de los viernes con algunos puestos menos que de costumbre, debido a la coincidencia con las ferias del primer viernes de mes en varios municipios de la provincia, pero sin incidentes de mención y con discreta vigilancia de las fuerzas de seguridad. La Policía Local reforzó su turno de mañana y la Guardia Civil desplegó varias unidades para controlar que la jornada transcurriera sin percances.
Agentes de la Benemérita se apostaron desde primeras horas en la rotonda del Corredor do Morrazo en A Rúa para "filtrar" los accesos a Cangas y evitar la entrada de ambulantes de los clanes gitanos de los morones y los zamoranos que tienen prohibida su presencia tras el enfrentamiento protagonizado a mediados de octubre, aunque no detectaron nada anómalo. La presencia policial también se dejó ver con la recogida de puestos al final de la jornada, y algunos ambulantes optaron por salir juntos en su regreso a casa.
Jornada extraordinaria
Los ambulantes con licencia para instalar en Cangas los viernes podrán montar sus puestos el martes en un mercadillo extraordinario autorizado por el Concello en compensación por el suspendido el 16 de octubre.