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El último viaje del "Caneliña"

El "racú" será trasladado en los próximos días al Museo Massó de Bueu

La directora del Museo Massó y el armador antes de la donación y restauración del racú. // S.Álvarez

El "Caneliña" está a punto de iniciar su último viaje. El barco espera en el pantalán de la dársena de Bueu el momento para ser llevado al varadero y desde allí al Museo Massó, donde pasará a completar la colección de embarcaciones tradicionales del museo marinero. Ese traslado está previsto para los próximos días, una vez que haya espacio para él en la zona de varada.

Lo que hace especial al "Caneliña" es que se trata de un racú, un barco de motor con popa redonda y de los que apenas quedan en Galicia. Esta embarcación fue la primera a motor que adoptaron en su día los vecinos de la isla de Ons para sustituir a la dorna. El último armador y patrón del "Caneliña" es Julio Riobó, que en 2012 decidió donar la embarcación al Museo Massó para que pudiese incorporarla a sus fondos. Desde entonces el racú ha sido tratado con auténtico esmero y mimo, pasando por varias fases.

Primero estuvo en las instalaciones del Centro de Formación A Aixola de Marín, donde se procedió a la sustitución de la cubierta. La siguiente fase del tratamiento de recuperación tuvo lugar en la nave de deportes náuticos de Petís, donde la Asociación Os Galos tiene su sede y taller. En esta etapa los trabajos se centraron en el casco y en el puente de la embarcación, una labor en la que intervinieron los integrantes de Os Galos y la restauradora Fátima Álvarez.

Esta segunda parte de la restauración fue especialmente respetuosa y se optó por una intervención mínima. "Se comprobó que para volver a navegar necesitaba una renovación casi completa del casco, algo que todos consideramos excesivo. No tenía sentido una actuación así porque lo que pretende la restauración es conservar un barco antiguo y construido en una carpintería de ribera", argumenta la directora del Museo Massó, Covadonga López de Prado.

Evitar una réplica

Por eso la decisión que se adoptó fue centrar los esfuerzos de restauración en conservar y asegurar la estructura del "Caneliña", en especial la quilla, para luego exponer el racú en el museo buenense. Estos estrictos criterios de conservación tienen como objetivo evitar que el barco se convierta en una réplica de sí mismo con el añadido de nuevas piezas. Una de las pocas modificaciones que se realizó con respecto a su estado previo fue el pintado, optando por los colores verde y blanco.

Esta fase de la recuperación se realizó gracias a una subvención de la Diputación de Pontevedra, dentro de un programa de recuperación de embarcaciones tradicionales, y al trabajo desinteresado de Os Galos. El "Caneliña" está ya en un pantalán del puerto buenense esperando el momento de poner rumbo al Museo Massó, a donde será trasladado con ayuda de una grúa.

En la sala de embarcaciones tradicionales ya le están esperando otros viejos lobos de mar: el pecio de la lancha xeiteira, una dorna y un bote polbeiro de Bueu. "A pesar de incorporar motor es un barco tradicional y emblemático de la zona, que servirá complementar nuestra colección", explica Covadonga López. En el museo ya está preparada la base de madera sobre la que se colocará y los soportes para que el casco y la quilla reposen sin soportar todo el peso del "Caneliña". Una vez en el Museo Massó se le colocará el puente, que fue restaurado allí.

El carpintero "O Perigallo"

Este racú está ya muy cerca de cumplir 40 años. Fue construido en el año 1977 por el carpintero de ribera Arturo Omil Aguete, conocido como "O Perigallo", y que tenía su taller en la Praia do Santo, en el límite entre Bueu y Marín.

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