Más de una treintena de casos de violencia de género registrados en el último semestre, 11 con vigilancia activa en la actualidad y uno de ellos con una menor afectada. Son algunos datos analizados en la Mesa Contra a Violencia de Xénero que se celebró ayer en Cangas y en la que se puso de manifiesto que el problema se focaliza cada vez más en edades tempranas, utilizando la herramienta de las nuevas tecnologías y poniendo de relieve la necesidad de trabajar desde los centros escolares para erradicar actitudes y comportamientos violentos que en muchas ocasiones no se visualizan como tales, según explicó el concejal de Servizos Sociais, Tomás Hermelo.

Junto al edil, en la mesa -presidida por el alcalde, Xosé Manuel Pazos- participaron técnicos del Centro de Información á Muller (CIM), mandos de la Guardia Civil y Policía Local, representantes de la Subdelegación del Gobierno, la jueza encargada de los asuntos de violencia contra las mujeres o el responsable del centro de salud, entre otros especialistas, pues se persigue un equipo multidisciplinar que abarca el problema desde todos los frentes.

Nivel de riesgo

El Concello y la Subdelegación del Gobierno tienen registros distintos, pero coordinados, en los que figuran entre 37 y 38 casos relacionados con este tipo de violencia. Aunque ninguno de ellos está estipulado como grave o muy grave (los que se consideran de riesgo extremo para la integridad de la víctima), a todos se les realiza seguimiento policial, médico y de los servicios sociales. Mejorar esa coordinación y no olvidarse de casos que, aunque considerados leves, podrían repetirse o agravarse también estuvo entre las prioridades de la reunión de ayer.

La mayoría de las víctimas, y también de los violentos, están en la franja de edad entre 31 y 45 años. Además de los casos específicos de violencia, el CIM de Cangas atendió en el último ejercicio unas 1.300 consultas relacionadas con problemas, inquietudes o demanda de asesoramiento a mujeres.