"Fue una historia buena, pero breve" es la adaptación que de la sentencia "fue bonito mientras duró" realiza Souto. El mítico batería de Ponla resume así la corta trayectoria del grupo de rock de O Morrazo que supuso un punto y aparte en la "movida" de la comarca. "Para nós eran os heavys de verdade", apunta Tonhito de Poi, integrante de Herdeiros da Crus en el avance del programa Naqueles Tempos que la TVG emitirá este martes (23.40 horas). Durante 15 minutos, la serie documental que dirige Suso Iglesias rendirá tributo a "los jebis do Morrazo".
"Recordaremos el ambiente que había en Cangas en los años 70 y 80", explica Suso Iglesias. "Muchos grupos de renombre pasaron por la sala Disconcierto", rememora. De Los Suaves, Yosi; el cantante del primer disco de Astarot, Mandi García; el periodista de FARO Salvador Rodríguez; o el integrante de Herdeiros da Crus Tonhito de Poi son algunos de los testimonios que se recogen en una nueva entrega de la serie documental que lleva por título "Vivir para contalo".
"Eu a primeira xente que vin con muñequeiras de pinchos e todas esas historias foron os do Morrazo", recuerda de Poi. "Os días de concerto eran noites gloriosas", afirma Salvador Rodríguez. Aquellas noches, en las que se reunían rockeros llegados de las localidades vecinas, como Vigo o Pontevedra, eran toda una "aventura". Así las recuerda Mandi García, quien puso voz al primer disco de Astarot: "Ir a Cangas era toda una aventura, pero divertida. A veces perdíamos el barco y nos teníamos que quedar a dormir por las redes". Pero "quedarse tirado" merecía la pena. Antes estos amantes del rock habían disfrutado de los conciertos de Ponla, Astarot, Los Suaves, Barricada, Shy...
De Moaña a Castrelos
Lolo Souto, de Ponla, y Carlos Gandón, de Astarot, regentaron durante tres años la sala de conciertos Saturno 3, antes de que Luis O Rubio los relevase en el cargo y el local cambiase de nombre. Disconcierto, en Cangas, se convirtió en el epicentro de la movida. "Fletábamos autobuses desde A Coruña y Vigo, e incluso a veces había que recurrir a taxis", recuerda Carlos Gandón, el único integrante de la banda que permanece desde su creación. Su grupo sí que pudo grabar varios discos, la espinita que se le quedó clavada a Ponla, de Moaña. Souto, Albino, Sley y Rosendo nunca pasaron por el estudio de grabación, pero consiguieron cruzar la Ría de Vigo y actuar en Castrelos en 1982. Algo al alcance de muy pocos.
Los seguidores de Ponla se quedaron sin banda a principios de los 90. Y no hay posibilidad de que retornen juntos. "Aquello acabó muy malamente", sentencia Souto. Los miembros de la banda -Joselo, Rosendo, Albino y Sley- continúan, a excepción del primero, vinculados a la música, pero de manera independiente.
