Un perro que huye arrastrando la silla a la que lo habían atado sus dueños en una céntrica terraza, varias personas que se cruzan en su camino y una niña y un hombre que son golpeados y precisan asistencia médica en el centro de salud de Cangas y en el hospital Povisa, de Vigo. Son algunas de las circunstancias adversas que coincidieron a última hora de la tarde del lunes para que dos transeúntes que paseaban por el centro urbano cangués resultaran heridos y la Policía haya abierto una investigación para aclararlo y determinar responsabilidades.
Los hechos comenzaron en la terraza de una conocida cafetería del Eirado do Señal minutos después de las siete de la tarde, hora en que varios testigos alertan al servicio de emergencias 112 de que había al menos dos personas lesionadas en la vía pública tras ser golpeadas por la silla que arrastraba un perro de raza mastín leonés. Al lugar se dirigieron una ambulancia del 112 y una patrulla de la Policía Local, que enseguida localizaron a un hombre tumbado en el suelo y con golpes en las piernas ocasionados por el perro a su paso por la calle Antonio Nores. Fue trasladado por los técnicos de transporte sanitario al servicio de urgencias del centro de salud, y posteriormente derivado a Povisa para recibir asistencia hospitalaria.
En las inmediaciones también se encontraba una niña de tres años que sufrió algunas magulladuras y una fuerte impresión tras cruzarse con el perro, según relatan las fuentes consultadas. Algunos testigos afirman que el animal -que pudo haber huido tras enzarzarse o juguetear con otros perros que merodeaban por el lugar- no se mostró agresivo, sino que las heridas fueron ocasionadas por el impacto de la silla que arrastraba contra las personas que tuvieron el infortunio de cruzarse en su camino. La niña fue trasladada al centro de salud con una rodilla lesionada y también estaría recibiendo atención pediátrica como consecuencia del susto.
Huida accidental
Los agentes contactaron con los propietarios del mastín leonés -una raza de gran envergadura y cuyo peso en la edad adulta ronda los 80 kilos-, quienes explicaron a los agentes que mientras tomaban una consumición en la terraza el perro salió corriendo de forma descontrolada y generó el problema. El animal está dado de alta, figura en los registros oficiales y dispone de microchip, según aseguran fuentes municipales, que no tienen constancia de ningún altercado provocado por este ejemplar. La Policía Local se ha hecho cargo de las diligencias, que serán remitidas al Juzgado para que aplique las medidas oportunas.
