El vecino de Cangas L. R.V. denuncia el "abuso y falta de información, por no pronunciar engaño" al que se ve sometido, y en el que asegura pueden estar más vecinos, en relación con una póliza de seguro de vida que contrató a través de una entidad bancaria cuando formalizó su hipoteca. Asegura que la póliza la contrató en 2003 e incluía cobertura por fallecimiento natural, accidental e invalidez permanente. Añade que él sufrió una minusvalía por la que cobra una paga del Estado que se la ingresan en el banco, por lo que considera que la entidad era conocedora de su situación.

Sin embargo, dice que en 2013 la entidad bancaria modificó la póliza sin informarle con rigor, pero se fió. Le dijeron que la póliza se duplicaba y cambiaba el modo de pago,de anual a mensual. Asegura que siguió cumpliendo con sus pagos. Su sorpresa fue cuando revisando este año la póliza, por consejo de un conocido, se percata de que incluye un formulario que él no rellenó, en el que consta que no padece minusvalía y que una las cláusulas es que no cubre enfermedades preexistentes, por lo que si a él le ocurría algo, su mujer no iba a recibir nada para pagar la hipoteca. Intentó entonces que le devolvieran el 100% del dinero pagado desde 2013, sin éxito. Ahora paga dos seguros mientras sigue reclamando la devolución de esta póliza. El banco les asegura que no pueden porque sólo son intermediarios, que corresponde a la compañía. Acudió a Consumo y a Atencion al Asegurado, pero le dicen que le devolución es sólo por la parte de la póliza correspondiente a la minusvalía: "Esto es un abuso y quiero que la gente lo sepa para que revise sus pólizas, lea, protesta y reclame".