Ya hay respuesta del departamento de Urbanismo de la Xunta para la legalización de la nave de Conservas Iglesias en Moaña, cuyas obras de acondicionamiento para acoger la producción de la planta de Cangas, están paradas desde el verano por entender el Concello que excedían de lo permitido. El concejal de Urbanismo, Odilo Barreiro, asegura que el informe del departamento que dirige Encarnación Rivas, es ambiguo y no es ni favorable ni desfavorable, puesto que pasa la competencia al Concello,. Añade que ya encargó los informes jurídico y urbanístico y que confía, siempre a expensas de lo que concluyan, que puedan llevar a la junta de gobierno del lunes el levantamiento de suspensión de las obras de esta nave de cuya apertura están pendientes unas 50 trabajadras, la mayoría antiguas empleadas de la anterior conservera Hermanos Cruz que ocupaba la nave.
Barreiro manifiesta que la Xunta no pone objeciones a la apertura de la nave ya que corresponde al Concello la toma de decisiones oportunas. Añade que una vez que recibieron el documento ya se lo pasaron a la asesoría jurídica para que informe y posteriormente pasará a informe técnico del departamento de Urbanismo y si se desprende que no hay objeción alguna "se informará y se llevará a comisión el levantamiento de la suspensión que existía sobre la obra. Pero todo está pendiente del informe jurídico". Deja claro Odilo Barreiro que tal y como se habían comprometido como gobierno con las trabajadoras de la fábrica, que si no había inconveniente por parte de la Xunta, "por nuestra parte, una vez que se entrega el proyecto de legalización de las obras que estaban fuera de lo queu era conservación y mantenimiento, no íbamos a poner objeción". Así, espera que todos los informes sean favorables y se resuelva cuanto antes la apertura de la fábrica, incluso para antes de final de año.
Hay que recordar que la suspensión de las obras se había acordado ya con el anterior gobierno tras un informe del inspector municipal, aunque estaba sin ejecutar cuando ellos asumieron el gobierno, ya que no se había logrado notificar la resolución de la suspensión a la empresa. Barreiro explica que lo que hizo este gobierno fue volver a intentar la notificación de paralización "y en un último intento, ocho meses después de la resolución, se logró que recogieran la notificación con la que se comunicaba que las obras que se estaban realizando allí iban más allá del proyecto presentado y no se ajustaban a la mera conservación y mantenimiento de la nave ya existente, que era lo que podían hacer".
El concejal de Urbanismo considera que lograron poner el principio de la solución "a un tema que estaba enquistado y complicado que podía llevar a problemas mayores, a que hoy la empresa empezara a asumir la legalización de las obras y diera los pasos correctos para llegar a este momento que creo que es el principio de la solución definitiva para que los trabajadores trabajen en la legalidad urbanística".
No tiene duda alguna en que realmente las obras que realizaba la empresa iban más allá de lo que realmente podía acometer, pese a que tras remitir el Concello todo el expediente a la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística (Aplu), ésta confirmara que no excedía de volumen y que tan sólo había matices que corregir.
Odilo Barreiro sostiene que las obras iban más allá de lo permitido ya que la nave está fuera de ordenación y sólo podían acometerse mantenimiento y conservación, sin aumentar volumen ni cambiar los usos y "se constató que había zonas que antes estaban abiertas y se cerraron. Una vez que se realizó la inspección se entendió que las obras ejecutadas excedían la mera conservación y se ordenó la paralización. La empresa presentó nuevo proyecto de legalización y en base a eso fue la medida que de una vez por todas se diera la solución definitiva".
Insiste en que en la junta de gobierno del lunes se pueda levantar la suspensión de las obras y de forma inmediata se otorgue licencia de actividad.
