No hay remedio para la enfermedad que sufre la palmera que preside el jardín frente al consistorio de Cangas, afectada por una invasión de larva de picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus), una especie de coleóptero que perfora largas galerías en el tronco y las ramas y debilita el árbol hasta matarlo. Lo han dictaminado los técnicos de la estación fitopatológica de Areeiro, que aconseja actuar con urgencia para que la plaga no se extienda. La solución pasa por talarla, trocearla y quemarla, o bien enterrarla al menos a dos metros de profundidad para que evitar que las larvas sobrevivan y colonicen otros árboles, según explica la concejala de Medio Ambiente, Tania Castro, que tiene previsto tomar una determinación en las próximas semanas.
El Concello comprobó desde el verano que hay varios ejemplares de palmera invadidos por estas larvas, tanto en el entorno del Concello como en la alameda de O Señal. Los técnicos concluyen que el caso más grave es el del ejemplar situado frente al consistorio, para el que ya no hay tratamiento posible al tener el tronco completamente carcomido. También están afectados los árboles situados al otro lado de la carretera, junto al local O Cangaceiro, aunque los expertos de Areeiro confían en poder salvarlos con algún tratamiento plaguicida.
Desde la concejalía deberán determinar la mejor solución para los árboles que haya que destruir y barajan la posibilidad de trasladarlos a un "cementerio de palmeiras" que tiene el Concello de Vigo, con cuyos responsables deberán analizar su viabilidad. Castro calcula que el problema se solucionará en torno a las fechas navideñas.
