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El Concello blinda contra los coches el cruceiro de Síngulis y varios vecinos exigen aparcamientos

Los pivotes de piedra fueron arrancados por la noche y ayer se reforzaron -Algunos residentes piden ampliar el área protegida

Los pivotes fueron colocados de nuevo ayer, con una masilla más sólida. // Santos Álvarez

Los planes del gobierno tripartito de Cangas de priorizar a las personas y el patrimonio histórico y artístico sobre los coches en el Casco Vello no cuenta con el beneplácito de todos los vecinos, y algunos critican que se están eliminando plazas de aparcamiento en una zona en la que ya no abundan, mientras otros exigen que se amplíe el área de protección porque los vehículos no deberían restar protagonismo a los elementos patrimoniales y los particulares o la Administración deben buscarle acomodo fuera de ese ámbito.

Las tensiones se han hecho patentes en los últimos días. Operarios de la brigada de Obras e Servizos procedieron a colocar una fila de pivotes de piedra para delimitar la zona de tránsito rodado del entorno del cruceiro de Síngulis, que necesita protección urgente, a juicio de los responsables municipales. El martes por la noche quedaron instalados, pero ayer amanecieron arrancados y con algunas pintadas reclamando que se eliminen. La concejala Mercedes Giráldez encargó a los trabajadores que volvieran a colocarlos, esta vez con un anclaje y una masilla más sólida que dificulte las actuaciones vandálicas, además de advertir que el Concello actuará "de forma contundente" contra quienes atenten contra el patrimonio público.

En la calle hay división de opiniones. Ayer, mientras los operarios realizaban las tareas encomendadas para proteger el perímetro del cruceiro, varios vecinos les increparon, en algunos casos con vehemencia, con el argumento de que pierden media docena de plazas de aparcamiento a las que no están dispuestos a renunciar. Uno de ellos llegó a reclamar que se retire el cruceiro (datado entre los siglos XVIII y XIX) para dejar más espacio a los coches.

Pero la mayoría de los consultados discrepa de esa opinión. Varias personas que residen en el entorno reclamaron que las barreras de protección sean más contundentes para que no se puedan franquear y mostraron escritos remitidos al Concello protestando por la acumulación de coches alrededor de ese elemento patrimonial.

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