A las 19.30 horas de ayer, la familia de Andrea Riobó respiró tranquila. La joven, de 16 años y menor de edad, que estuvo más de 24 horas sin contactar con sus padres o pasar por su casa, realizó una llamada telefónica a su padre cuando se encontraba en Cangas. Riobó, que estaba en compañía del joven con el que la familia señaló que mantiene una relación, fue recogida por su progenitor, mientras que el joven fue trasladado por la Guardia Civil a su casa, en Moaña.

Las alarmas saltaron el lunes en la familia Riobó cuando, tras finalizar la jornada de clases, alrededor de las 14.30 horas, Andrea, de 16 años, no regresó a su casa desde el instituto en el que estudia en Moaña.

Los padres de la joven, ante la situación de que su hija no regresase a casa el lunes, comunicaron a la Policía Local de Moaña su desaparición. En colaboración con la Policía Judicial, la Guardia Civil y la Policía Local de Vigo, los agentes trabajaron para intentar localizar a la joven y se mantuvieron durante toda la jornada en contacto con distintas amistades de Andrea Riobó. Desde el primer momento, la familia afectada comunicó a las autoridades la sospecha de que la joven se encontraba acompañada. Otro joven, también vecino de Moaña y de su misma edad, con el que mantendría una relación sentimental, la acompañaría durante las horas en las que la moañesa se ausentó de su domicilio. Así, las primeras hipótesis barajadas por los distintos cuerpos de la Policia Local apuntaron a una aventura de la pareja.

En la jornada de ayer, la denuncia formal de la desaparición no llegó a ser tramitada. Testimonios recogidos por la Policía durante la búsqueda señalaban que los jóvenes habían sido vistos en Vigo el lunes por la tarde, ya que el acompañante de la joven desaparecida había asistido al centro al que debe acudir los lunes y jueves de cada semana de 17.00 a 19.00 horas. En la tarde de ayer, la Policía Local de Moaña estuvo pendiente de la confirmación de los días de asistencia del joven al centro, para verificar o refutar su hipótesis de que la pareja estaba junta.

Una llamada desde Cangas

Pasadas las siete de la tarde, y cuando ya habían transcurrido más de 24 horas sin que la joven se pusiese en contacto con su familia, Andrea Riobó realizó una llamada telefónica a su padre desde Cangas, localidad en la que se encontraba con el otro joven.

La familia se desplazó hasta Cangas y Andrea Riobó ya durmió ayer en su casa de Moaña. Por su parte, el joven que la acompañaba, fue trasladado a su domicilio de Moaña por la Guardia Civil.

A través de las redes sociales, miembros de la familia Riobó alertaron sobre la desaparición de la joven y solicitaron la colaboración ciudadana. Tras la llamada de Andrea a su padre, también anunciaron por este medio que la joven de 16 años ya estaba con su familia.