El mercadillo ambulante de Cangas se va a celebrar mañana con la presencia de una docena de agentes de la Policía Local, encargados de controlar los puestos de los feriantes, y el refuerzo de efectivos de la Guardia Civil para evitar cualquier problema de seguridad. Son medidas "preventivas" , señala el alcalde, que está convencido de que la actividad se desarrollará sin incidentes y anima a los vecinos de la comarca a participar para devolver la normalidad al mercadillo y ayudar a los comerciantes a compensar las pérdidas sufridas por la suspensión de las anteriores convocatorias debido al conflicto que mantienen los clanes gitanos de los "morones" y los "zamoranos".

Los policías municipales montarán un control en los accesos al centro urbano para certificar que no entra ninguno de los cuatro ambulantes sancionados -dos por cada grupo implicado en la reyerta, entre ellos Sinaí Giménez- y luego para verificar que todos tienen licencia municipal y los documentos en regla, tanto los titulares como los acompañantes. La Benemérita los acompañará para mantener la seguridad en el recinto, aunque tanto el regidor, Xosé Manuel Pazos, como los responsables de los cuerpos y fuerzas de seguridad están convencidos de que no se producirán incidentes.

Aún así, la prioridad es la prevención, ya que el tiroteo de una furgoneta con vendedores zamoranos que se produjo la semana pasada en Vigo no contribuye a aplacar los ánimos. El delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, confirmó ayer que "no están identificados" los autores del mismo y que las fuerzas de seguridad mantienen "abierta" la investigación en torno a ese suceso y otros incidentes resultado del enfrentamiento entre feriantes de etnia gitana. Villanueva añadió que se siguen recabando pruebas y tomando declaraciones y confía en que pronto se produzcan detenciones.