Algunos apicultores también están probando técnicas de exterminio a través de larvicidas, insecticidas que se mezclan con comida que las avispas dan a sus larvas, que acaban muriendo. No obstante, estos métodos son experimentales, no siempre cuentan con respaldo oficial y se intentan evitar para no causar daños colaterales. Desde la asociación opinan que la retirada de los nidos puede ser una medida efectiva y menos dañina con el entorno, por lo que apremian a las administraciones a poner todos los medios antes de que las reinas inicien el letargo invernal.