"Practicamente no pasa un día sin que aparezca en la comarca un nuevo nido de velutina", afirman desde la Asociación de Apicultores do Morrazo, preocupados por el "negro futuro" de sus colmenas si no se pone freno a una plaga que se hace más visible con la caída de las hojas de los árboles y en zonas próximas a cursos de agua. El colectivo hace un llamamiento a las autoridades para que se intensifique la retirada de nidos en las próximas semanas y evitar, así, que las reinas salgan de ellos para hibernar tras fecundar los huevos que eclosionarán en primavera, agravando el problema.
Alrededor de una veintena de personas que se dedican al cuidado de abejas para la producción de miel en Cangas, Moaña, Bueu y Marín están trabajando conjuntamente contra la invasión de avispas asiáticas, y en muchos casos son ellas mismas -con ayuda de operarios municipales, como sucedió la semana pasada en el entorno del colegio de A Rúa, en Cangas, y también en Mogor, Marín- las que se encargan de retirar los nidos, pues los empleados de Tragsa solo lo hacen en horario diurno, cuando muchas avispas están ausentes, y en lugares accesibles con sus propios medios, que no alcanzan grandes alturas. En los últimos días se han detectado dos nidos en Outeiro, en la parroquia canguesa de Coiro, y en el lugar de Inxerto-Cimadevila, en Darbo, pero el trabajo se acumula, los operarios no dan abasto y en el interior van creciendo "nuevas reinas, que nos lo pondrán más difícil en primavera", alertan.
Desde el colectivo abogan por afrontar el problema conjuntamente con los concellos y la Consellería de Medio Rural y cuestionan que la labor de Tragsa sea todo lo eficiente que se requiere para que el problema no se haga irreversible y ponga en serio peligro el futuro de las abejas. En los últimos meses, afirman, ya han comprobado como en algunas colmenas de la comarca hay muchos ejemplares que no se atreven a salir por la presencia de velutinas y se quedan en el interior hasta que agotan el alimento y mueren por inanición.