La consecuencia inmediata de la reyerta de ayer en Cangas es la suspensión del mercadillo de hoy en A Guarda, donde coinciden ambulantes de ambos clanes. No sucede lo mismo en Moaña, donde los "zamoranos" llevan tiempo sin montar puestos y las autoridades no ven motivos para impedirlo, aunque mantendrán la vigilancia y las medidas de prevención.

En Cangas, el mercadillo quedó suspendido por resolución municipal, a instancias de las fuerzas de seguridad y a pesar de las protestas de asociaciones de vendedores que están al margen del conflicto. Su celebración el próximo viernes está en el aire, a expensas de las conversaciones que mantendrán durante la semana las partes implicadas, según comunicaron el alcalde, Xosé Manuel Pazos, y la concejala Ánxela Vizoso, que insisten en desvincular la disputa de la actividad del mercadillo de Cangas y lo atribuyen a "un conflicto entre eles que ven de lonxe".

Para "compensar" la pérdida de esas fechas, el Concello baraja organizar algún mercadillo extraordinario, en fechas por determinar. Antes, este mismo lunes, se reunirá con la Policía y la Guardia Civil, para analizar la situación, y desde el martes lo hará con los colectivos implicados, para decidir en consecuencia. Pazos felicita a las fuerzas del orden por su actuación de ayer, que "evitaron o que puido ser unha traxedia" y llama a la Fiscalía a actuar "xa e de forma contundente contra os que atentan contra a convivencia".