El gobierno bipartito BNG-PSOE de Moaña arrancó ayer un acuerdo de urgencia a la Consellería de Infraestructuras por el cual ha quedado en suspenso la propuesta de rescisión del contrato de las obras de ampliación del paseo de Seara, que de forma sorpresiva había comunicado el martes en un escrito el director xeral de la Axencia Galega de Infraestructuras, Francisco Menéndez a la alcaldesa, Leticia Santos. El máximo responsable de la Axencia se hacía eco de las conclusiones de la última reunión de la comisión de seguimiento de estas obras, celebrada ese mismo día, a la que acudió un técnico de Urbanismo del Concello y en la que el jefe provincial y director de las obras, Fausto Núñez, concluía que con la disponibilidad de terrenos y las autorizaciones de ocupación que indicaba el representante municipal, se seguía sin poder ejecutar el proyecto redactado por el Concello, aprobado y adjudicado por lo que proponía la rescisión del contrato. El Concello presentó una cesión de tres propietarios, de 3 metros de terreno cada uno y como contrapartida la construcción de un muro con salida al propio paseo.

El director de obra ya había advertido al Concello en la comisión de seguimiento del 21 de septiembre que la empresa adjudicataria, que inició los trabajos en mayo, se encontró con el problema de que había vecinos que impedían la ocupación de los terrenos. Y en esa reunión quedaron en volver a reunirse en la última semana de octubre por lo que el gobierno local, aún estando en contra del proyecto por su tramitación "trapalleira y rozando la ilegalidad", empezó a trabajar en la cesión de de esos terrenos. Entendía que una vez adjudicadas las obras se deberían de ejecutar y rematarlas cuanto antes, tal y como señala Odilo Barreiro, que fue quien gestionó, vía telefónica con el director xeral, la suspensión de la rescisión. Explica que el sábado mismo logró reunir las firmas con la cesión de los terrenos, aunque con un ancho de 3 metros en lugar de los 6 que figuran en el proyecto, y que esas cesiones se plantearon en la comisión de seguimiento del martes por lo que no entiende la propuesta de rescisión del contrato, que podría implicar el pago una indemnización que la alcaldesa rechaza de plano.

La propuesta de rescisión del contrato provocó ayer un cónclave de urgencia del gobierno local bipartito BNG-PSOE. Odilo Barreiro asegura que Francisco Menéndez se comprometió a dar un plazo de quince días al Concello para comprobar si el proyecto es viable con las nuevas cesiones, mientras tanto la empresa seguirá trabajando ya que tiene trabajo para tres semanas, según señalan en la consellería. Por otro lado, el Concello continuará con las gestiones en Costas para modificar el proyecto, según el diseño que ellos siempre defendieron, de respetar las dos carpinterías de ribeira, proponiendo autorización para una pasarela sobrevolada sobre pivotes en el mar y levadiza, que permita subir y bajar barcos por las rampas a estos astilleros. En el proyecto original, el paseo contemplaba la demolición de 6 metros de una de estas carpinterías.

Odilo Barreiro, junto con la alcaldesa y los ediles socialistas de gobierno, Marta Freire y Salvador Meira, destacaron ayer los esfuerzos de este gobierno para seguir adelante con las obras, pese a incurrir en ilegalidades como que las cesiones de los terrenos que había aportado el anterior ejecutivo para el inicio de las obras, eran sólo temporales y supeditadas a que el paseo se ejecutara en aquella legislatura, de lo contrario, la autorización quedará anulada, como así fue con el cambio de gobierno.

El concejal de Urbanismo recordó los antecedentes del proyecto, cómo pese a rechazarse en el pleno fue aprobado por el anterior gobierno municipal del PP en una junta de gobierno y remitido a Infraestructuras que lo financiaba a través de un convenio con Portos , en el que el Concello aportaba los terrenos. Señala que ellos no se oponen al paseo, pero sí defienden otro diseño "más útil para todos los moañeses con capacidad para carril bici y peatones" y que las únicas condiciones que pusieron para seguir adelante fue que había que respetar las carpinterías de ribeira, ya que el proyecto contemplaba el derribo de 6 metros de una de ellas: "Consideramos que deben ser un bien de interés cultural y en un futuro museizado. En la ría de Pontevedra sólo hay una conservada en Bueu, y en Moaña tenemos la suerte de contar con siete", señala Barreiro.

Añade el concejal de urbanismo que lo que hizo el gobierno fue mantener primero una entrevista con la empresa adjudicataria y se le expuso el parecer. Dice que la firma fue receptiva y que estaba dispuesta a la modificación siempre que estuviera consensuada. También señala que se mantuvo contacto con la dirección provincial de Costas, en donde señala que encontraron receptividad y, por último, se mantuvo un encuentro con la dirección de obra en Infraestructuras en Pontevedra. Odilo Barreiro siempre pensó que el paseo seguía adelante, hasta la comisión de seguimiento del 21 de septiembre cuando el jefe de obras comunica que hay problemas para continuar por la oposición física de los vecinos a que se ocupen los terrenos. En esa reunión fue cuando s e quedó para volver a encontrarse a finales de octubre. y esa reunión se adelantó a esta semana por lo que tuvieron que darle premura a las cesiones de terrenos por parte de los vecinos.

La alcaldesa, Leticia Santos, asegura que no existe la figura de cesión temporal para hacer un paseo sobre esas fincas y critica las mentiras con las que el PP sacó adelante la obra.

Marta Freire reprocha que el anterior gobierno les tachaba de irresponsable por no sumarse a un paseo "cuando lo que hizo fue firmar unas cesiones únicamente atadas a su legislatura, no vieron por el interés general".