La Diputación se niega a enterrar el cable que permite ver la televisión en Coiro

La construcción de la carretera de Coiro sigue siendo un dolor de cabeza para las administraciones local y provincial. Ahora son los vecinos de la zona alta de esta parroquia: Carballal, Parada, Miranda... los que protestan. La Diputación de Pontevedra no atiende su demanda para que canalice el cable de antena de televisión que antes de iniciar los trabajos de urbanización de la vía iba aéreo. Afirman los afectados, que son más de 200, que la Diputación de Pontevedra no quiere ahora enterrar el cable, que dice que no tiene porque hacerlo. Asegura que con Fenosa y con Telefónica tiene convenio, pero no ellos. Sí, es que se trata de unas antenas parabólicas que fueron compradas hace 30 años para dar servicio a esa parte de la parroquia de Coiro que no tenía. Ellos sufragaron la compra de las parabólicas y toda la instalación que conduce a las casas. Asegura el presidente de este colectivo, Jesús Gómez, que el anterior alcalde José Enrique Sotelo siempre les prometió que aunque no estuviera presupuestado ese trabajo lo iba a acometer la Diputación de Pontevedra, pero ahora se encuentran con que se les dice que está fuera del presupuesto y que como mucho le dejarán el tubo para que después ellos metan el cable coaxial y realicen las oportunas derivaciones a las casas. Jesús Gómez afirma que se trata de un presupuesto de 14.000 euros aproximadamente. También señala que gracias a estas antenas, en el nuevo colegio de Coiro, la escuela de párvulos y el Centro Cultural de Coiro se puede ver la televisión, y que no se les cobra ni un solo euro por ello, cuando los vecinos que son socios de esta instalación están pagando al año 24 euros por mantenimiento, ya que cuentan también con seguro de responsabilidad civil y una franquicia en caso de avería por tormenta. Jesús Gómez manifiesta que se siente engañado e impotente y dice que si antes de iniciar las obras de la carretera la Diputación de Pontevedra dice que no se haría cargo de estos trabajos, "non poñería un pé na estrada".