El anillo de oro que se supo el miércoles que se guardaba en el cajón de un trabajador municipal de Tesorería, había sido buscado durante tiempo por personas relacionadas con las excavaciones de O Facho. Como no aparecía y las autoridades locales aseguraban que nada sabían de él, se puso en duda su existencia y se creó una leyenda a su alrededor. Pero la confirmación por parte del arqueólogo director de las excavaciones de O Facho, José Suárez Otero, de que la pieza existía y que fue entregada hace unos años en la Alcaldía para que se guardara en la caja fuerte hizo que apareciese en 48 horas. Cierto que el actual alcalde de Cangas, conocedor de la "leyenda", ya había preguntado por ella a los distintos jefes de los departamentos municipales, sin obtener una respuesta positiva. Pero bastó que se hiciera pública su búsqueda para que un funcionario informara al alcalde de su ubicación, en un cajón del departamento de Tesorería, donde había estado guardada durante todo ese tiempo. Se ignora cómo la pieza llegó al cajón. José Suárez afirma que se depositó en una caja fuerte para darle un tratamiento especial a una pieza que se consideraba especial. Pero las autoridades responsables en ese momento aseguran que no tenían constancia de tal hallazgo y hablaban solo de unas monedas que durante un tiempo estuvieron en la caja fuerte y que después se trasladaron a una exposición. Otra interrogante que queda en el aire es si en algún momento la pieza llegó a entrar en la caja fuerte. Asegura que estaba en mal estado y que al poco de ser trasladada del consistorio viejo al nuevo quedó en desuso, porque no se podía arreglar. Se supone que pudo ser en ese momento cuando se pudo "perder". Hoy en día tampoco el pueblo de Cangas conoce quien entregó al funcionario la pieza para su custodia, ni si quedó constancia escrita de ello. Los expertos se echan las manos a la cabeza, porque podía suceder que el funcionario cambiara de destino y no hubiese constancia oficial de que en ese cajón se encontraba una pieza de semejante valor. Tampoco se sabe ahora donde se guarda.
Aseguran los políticos de ahora y los de antes que el descubrimiento de la existencia del famoso anillo no es bueno para el yacimiento de O Facho. Dicen que puede atraer a cazadores de de tesoros armados de detectores de metales, como ya hubo. Sin embargo hay expertos que opinan todo lo contrario. Primero aseguran que el pueblo debió de conocer desde el principio la existencia de esa pieza y, segundo, al ser el yacimiento de O Facho un Bien de Interés Cultural (BIC) las multas por realizar búsquedas ilegales en las excavaciones pueden llegar hasta los 60.000 euros, algo que de por sí ya echa para atrás a los cazatesoros. Antes de ser BIC, en el año 2007, la Guardia Civil de Cangas localizó a varias personas que utilizaban el detector de metales como método de saqueo de O Facho. Vecinos de Donón afirman que ahora es muy raro ver a cazatesoros por el yacimiento.
