Se trajeron dos medallas de oro, de los Juegos Europeos Master que se celebraron este pasado fin de semana en Niza, pero también una odisea. Los tres atletas del club de Taekwondo Hebe de Moaña, Tatiana Rivas, Jesús Couso y Jacobo Ríos, acompañados por la entrenadora y directora del club, Noelia Pérez, vivieron en primera persona las fuertes lluvias del pasado sábado en la ribiera francesa que dejaron una estela de 17 muertos y cuatro personas fallecidas. Los deportistas moañeses regresaron ayer de Francia adonde llegaron el jueves. Ese día la directora del club asegura que ya llovía, pero nada hacía presagiar lo que iba a ocurrir en la tarde noche del sábado.
Los cuatro integrantes del club de taekwondo Hebe, en plena tormenta de regreso a Niza. // Hebe
Noelia Pérez asegura que estaban alojados en un apartamento en Niza y se desplazaban hasta el pabellón en donde se realizaba el campeonato, a unos 15 kilómetros en la zona de Les Arvoras. Lo hacían en tren y desde la estación en un pequeño autobús. Todo transcurría normal. La primera sesión del campeonato de los Juegos Europeos Master concluyó a las ocho de la tarde y abandonaron el pabellón para recorrer a pie los cien metros hasta la pequeña estación de tren con el fin de regresar a Niza. Nadie de la organización les advirtió. Se había anunciado alerta naranja por lluvias, pero la intensidad de la tromba sorprendió a todos incluso a los servicios de emergencias. La directora del club asegura que en la estación se encontraron prácticamen solos con la tormenta ya encima, lloviendo a mares, con granizo, rayos y truenos. Casi estaban solos, sólo había tres franceses más. Como el tren no llegaba, dice que les preguntaban a los franceses y que les respondían que no se preocuparan que el tren iba a llegar.
En ese momento, la luz eléctrica empezó a fallar y se encontraron a oscuras en una estación sin cafetería: "Fuera de la estación, todo estaba ya inundado y no sabíamos qué hacer hasta que vimos pasar un camión de bomberos y un vehículo de la Policía Local". El grupo de cuatro moañeses preguntaron qué podían hacer. Se quejan de que la única respuesta que recibieron de los gendarmes fue que se había suspendido todo el transporte público, que las calles estaban cortadas y que sólo podían ir caminando. Viendo que no se podían quedar a la intempérie en la estación, decidieron retornar a Niza caminando, sin creerse lo que iban a ver por el camino: "Los coches se amontonaban bajo los puentes inundados, estaba lloviendo a mares. Los ríos estaban desbordados y se llevaban por delante árboles y coches". Debían de ser los únicos transeúentes en medio del caos por la tromba y los torrentes de agua por las calles. Noelia Pérez asegura que en algunas ocasiones el agua les llegaba por las rodillas.
Llegaron a la 01.15 horas de la madrugada al apartamento en Niza, reventados, totalmente mojados y sin wifi para poder comunicarse con sus familiares y tranquilizarlos: "Fue una odisea de la que nadie nos advirtió", recordaba ayer Noelia Pérez, de regreso ayer por la tarde en Moaña, con el susto en el cuerpo pero satisfechos por las dos medallas de oro conseguidas. El domingo, con sol, las competiciones continuaron, aunque no con el horario previsto que era empezar a las 08.00 de la mañana. Hasta las 11.00 no llegaron los deportistas debido a los incidentes de la tormenta.
Las medallas de oro las consiguieron Jacobo Ríos y Jesús Couso. Tatiana Rivas, por desgracia se encontró sola en su peso y a pesar de solicitar un cambio de categoría, no pudo demostrar su destreza en el tapiz. Jacobo Ríos, profesor del Hebe, no dejó escapar el oro en la final contra Francia después de vencer en semifinales al campeón del mundo, el canario Miguel A. Santiago. Por su parte, Jesús Couso venció a Bosnia, al representante británico y llegó a una final de infarto en la que se impuso por 10-9 a Jonatan Narro.
