"Aínda o temos que pensar e decidir se nos conformamos cos cartos que nos dan ou paga a pena pedir algo máis", explicaba Josefa, una de las vecinas con terrenos afectados por la expropiación para desdoblar el Corredor do Morrazo, cuyas hojas de aprecio y depósitos previos acabó de entregar ayer la Xunta en el salón de plenos de Moaña. "A ver se aínda xuntamos para facer un chalé", bromeaba su compañero Luis, que no llegó a estampar la firma de conformidad con la cantidad ofrecida porque prefiere "consultalo coa familia e facer cálculos" de si les compensa o no recurrirla. Los representantes de la Administración les entregaron un escrito donde se explica que, si deciden aceptarla, tienen 15 días para comunicarlo a la Xunta y dar por cerrado el asunto de mutuo acuerdo. De lo contrario, disponen de 20 días más (o sea, 35 contados desde hoy) para remitirle su propia hoja de aprecio concretando el valor en que el propietario estime los bienes afectados, así como las alegaciones que estime pertinentes.
Las condiciones son las mismas para los dueños de las cerca de un centenar de parcelas ocupadas en esta primera fase del desdoblamiento, a las que se atribuye un precio de 8,24 euros por metro cuadrado si la expropiación es definitiva y de 1,01 euros si se trata de una ocupación temporal por los dos años en que se calcula la duración de las obras. Las únicas variaciones derivan de otros bienes presentes en el terreno, como árboles y muros de piedra, que incrementan en una media de dos o tres euros el precio por metro. En cálculos aproximados, la Xunta ofrece algo más de medio millón de euros por los 48.398 metros cuadrados de ocupación definitiva de monte y en torno a 25.000 euros por la ocupación temporal de 20.616 metros de monte y pastizal, así como los 1.401 de imposición de servidumbre.
Lo primero que hicieron los afectados convocados hasta ayer en el consistorio de Moaña fue recoger sus talones bancarios, nominativos, con el importe de los depósitos previos, un adelanto del 10% del dinero que les ofrece la Xunta. Los funcionarios comunicaron que para los futuros pagos solo se ingresará el dinero a través de cuentas bancarias a nombre de los beneficiarios. No dejan claro cuánto tardarán en cobrarlos (dependerá de que haya crédito habilitado y de la decisión política de la Xunta), pero sí que todo el dinero de la indemnización está libre de cualquier gasto e impuesto.
Aunque algunos afectados por la expropiación forzosa decidieron tomarse un tiempo para pensar si aceptan o no la oferta de la Xunta, otros, principalmente los que tienen poca superficie de terreno afectada y creen que no les compensaría prolongar más los trámites administrativos ni recurrir a la vía judicial, ya firmaron in situ los pliegos de aceptación con las cantidades que ofrece la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas "para la adquisición amistosa" de sus bienes, renunciando al premio de afección, aunque no a los intereses de demora legalmente establecidos desde que se produce este acuerdo hasta que la Xunta les entregue el dinero.
