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opinión

"Yo nunca seré alcohólico" (I)

El director de la Unidad de Drogodependencias de Cangas, que presenta el viernes en el Auditorio su libro "Cómo superar una adicción en siete etapas", afronta en este artículo la complejidad del problema

Una puerta oscura que deja ver la basura del interior. Así expresa el autor el problema de las adicciones. // M.P.F.

En Vigo, en el congreso "Las adicciones del siglo XXI", un psiquiatra español de relevancia internacional afirmó saber con certeza que nunca sería alcohólico. Explicó que la adicción depende de la vulnerabilidad genética. Que bebía alcohol y podía emborracharse, pero nunca llegaría a ser alcohólico porque no tenía una determinación genética. En cambio quien la tiene, si abusa del alcohol siempre lo hará. Otros ponentes mostraron investigaciones que concluían que la adicción es una enfermedad cerebral crónica.

En el turno de preguntas me atreví a intervenir. "Por supuesto, la adicción tiene una predisposición genética; pero la conforman también factores psicosociales. Experimentos como el de Alexander con el parque de ratas, o la experiencia de los soldados adictos a su regreso de Vietnam, demuestran que la persona y el ambiente son fundamentales en la adicción. La adicción no es exactamente una enfermedad cerebral crónica; es una enfermedad biopsicosocial, con tendencia a cronificarse".

Sobre adicciones se realizan miles de investigaciones al año, pero la de Alexander de 1981 sigue siendo muy reveladora. Demuestra la influencia del contexto social en la adicción, y relativiza la importancia de sustancias y genes. Alexander observó que las ratas de investigación estaban en lamentables condiciones, en jaulas pequeñas y sucias, con catéteres. Construyó con sus colaboradores un "parque de ratas" de 20 m2, cálido, con nidos, pensado para su comodidad y diversión, donde instalaron 16 ratas. Y otras 16 en las jaulas típicas de experimentación. Unas y otras podían beber agua sola, o con morfina. Las del parque prefirieron agua, y las de las jaulas agua con morfina. Sus palabras: "Estos resultados son significativos? compatibles con la interpretación paliativa de la adicción humana... el confinamiento solitario produce un trastorno psíquico en el ser humano; igualmente estresante en otras especies sociables y fuerza formas extremas de conducta paliativa, como recurrir a anestésicos y tranquilizantes potentes, la morfina en este caso". El experimento siguió. Durante 57 días dieron solo agua con morfina, tanto a las ratas del parque como a las confinadas en jaulas. Después volvieron a permitir la opción de tomar agua con morfina o pura. Las de las jaulas siguieron bebiendo agua con morfina. Las ratas del parque en cambio dejaron progresivamente de beber el agua con morfina a pesar de mostrar síntomas leves de abstinencia. Alexander concluía: "?puede ser que las ratas que viven en sociedad se resistan a la morfina por sus potentes efectos anestésicos y tranquilizantes. Como tal, interfiere en la habilidad de la rata (o de la persona) para jugar, comer, aparearse y emprender otras conductas que hacen la vida gratificante." Para Alexander la adicción es una estrategia de estilo de vida que puede reorientarse.

El ejemplo de Vietnam

Lo sucedido con los soldados en Vietnam relaciona la adicción con la necesidad psicológica de escapar de una realidad insoportable de dolor emocional, demuestra la importancia del ambiente. De los 6 millones de soldados estadounidenses participantes en el conflicto más de 700.000 presentaron problemas de abuso de drogas. Algunas investigaciones estiman un 20% de adictos a opiáceos. Solo en 1971 fueron hospitalizados 20.000 soldados por consumo de drogas. Lo reseñable para lo que nos ocupa es que más del 80% dejó abruptamente el consumo al regresar a casa. El cambio radical de entorno facilitó la superación de la adicción. O al revés, un entorno hostil la hizo aflorar.

Leshner en 1997, siendo director del NIDA, Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas de EE.UU., definió la adicción como una enfermedad cerebral crónica y reincidente. Desde entonces se insiste en ello en foros, jornadas o congresos sobre adicciones y patología dual. Patrocinados en gran medida por la industria farmacéutica, que tiene un filón en las enfermedades crónicas, y grandes expectativas en la venta de fármacos para la adicción.

Enfermedad cerebral

Nora Volkow, directora del NIDA desde 2003 y con una interesante biografía, es la científica más influyente del mundo en adicciones, y pionera en uso de neuroimágenes.

Sus investigaciones fueron claves para considerar la adicción a drogas una enfermedad cerebral. Demostró que el sistema de la dopamina, en el cerebro frontal, está dañado en adictos. Este sistema, anclado en el cerebro tras millones de años de evolución, afecta impulsos, placer y motivaciones básicas de los mamíferos. Su finalidad es perpetuar la especie, priorizando las conductas percibidas como adecuadas para la supervivencia o reproducción. La adicción lo activa al dar una artificiosa sensación de mejor aptitud para la supervivencia (poder, control, relax, menos angustia, bienestar) y reproducción (atractivo sexual, deseabilidad). Y memoriza la liberación automática de dopamina en el cerebro, una recompensa que motiva a repetir la conducta con la falsa idea de que sirve para una mejor adaptación. Incluso provoca sentimientos de invulnerabilidad que explican que se conduzca borracho, se apueste lo que no se tiene, se tomen sobredosis, se incumplan normas, se mienta? En palabras de la doctora Volkow: "Nuestro sistema quiso asegurarse, en el plano evolutivo, de que el ser humano nunca dejara de perpetuarse. Por eso, comida y sexo son placenteros. Pero las drogas esclavizaron el sistema y lo desnaturalizaron? 'hackearon' el sistema y crearon la adicción? Me pregunté por qué algunas personas probaban la cocaína y la dejaban, mientras que otras se convertían en adictos. La activación de la dopamina era idéntica en ambas, pero una caía y la otra no. Esta pregunta fue la base de mis investigaciones? en los adictos, la corteza frontal estaba afectada en diversos grados? no tienen la capacidad de controlar sus deseos y emociones... la mitad de los casos se debe a causas genéticas... esta decisión se vuelve automática? una adicción es como manejar un auto sin frenos? Ya el mundo no puede negar que la adicción es una enfermedad".

* Psicólogo clínico. Director de la UAD de Cangas. Autor del libro Cómo superar una adicción en siete etapas.

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