| Las recientes Festas dos Milagres, en Berducedo y Piñeiro, ponen de manifiesto que el botellón ya no es solo un fenómeno urbano y los jóvenes acuden también al rural para disfrutarlo en compañía. En este caso fueron más de un centenar de participantes los que se turnaron para sentarse sobre la valla quitamiedos, que cedió por el peso. El concejal Ezequiel Fernández ya ha recibido el informe policial y ha solicitado que lo arregle la Diputación, titular de la vía.