El ansiado paseo de Agrelo-Portomaior podría empezar a ser una realidad a partir del próximo año. Aunque será por fases. Así lo acordaron ayer la jefa del Servicio Provincial de Costas del Estado, Cristina Paz Curbera, y el alcalde de Bueu, Félix Juncal. Ambos mantuvieron una reunión de trabajo en Pontevedra y el regidor planteó la recuperación del proyecto aprobado en el año 2010 por el Ministerio de Medio Ambiente. El objetivo es aprovechar las ventajas y poner en valor de un entorno de "gran potencial ambiental", tal como precisa el regidor.

El proyecto aprobado hace cinco años por el ministerio recogía una inversión de 2,9 millones de euros, de los cuales 1,1 millones se debían destinar a la expropiación de terrenos. Aquel documento preveía afectar a 61 fincas y expropiar hasta 14.500 metros cuadrados, aunque sin incluir viviendas. Los precios que se ponían encima de la mesa eran tres: 90 euros por metro para las parcelas con suelo urbanizado y con uso residencial; 75 para las que están en suelo urbanizado sin edificar; y por último 18 euros metro cuadrado para las parcelas calificadas como suelo rural y no urbanizable, que son solo tres.

Precisamente el elevado coste del proyecto y de las expropiaciones es una de las razones por las que la ejecución de esta obra se ha postergado año tras año, coincidiendo con la crisis económica, hasta desaparecer de los presupuestos generales del Estado y caer en una suerte de profundo letargo. Por ello lo que acordaron ayer Paz Curbera y Félix Juncal es afrontar la ejecución del esperado proyecto por fases. La primera consistiría en una intervención en aquellos terrenos que puedan ser de titularidad municipal o que formen parte del dominio público marítimo terrestre.

De este modo no habría que hacer frente aún al coste de expropiaciones. "O que se agarda agora é que técnicos de Costas valoren as actuacións sobre a actual calzada e o paseo marítimo para mellorar o espazo xa existente", explica Juncal. En esta primera fase se aprovechará para mejorar la iluminación de este entorno, que ahora mismo adolece de alumbrado público.

La propuesta técnica aprobada en su día por el Ministerio de Medio Ambiente incluía un área de ocio, aparcamientos y una zona deportiva. El proyecto llegó a someterse a periodo de información pública y se recibieron más de una treintena de alegaciones, la gran mayoría por parte de los vecinos de la zona y muchos solicitaban la retirada de una senda peatonal que estaba previsto que discurriese por la trasera de las viviendas.