La anunciada inspección a las terrazas hosteleras de Moaña debería ir más allá que una comprobación rutinaria. Así lo defiende la federación vecinal A Chamusca, que expresa su malestar por la tolerancia "totalmente inadmisible" mantenida hasta la fecha. El colectivo insta al gobierno local a aprovechar la ocasión para reformular la actual ordenanza, aprobada en pleno en 2013. A Chamusca insiste en que la actual norma es "insuficiente" y por ello defiende un texto más estricto. "Non se trata dunha simple ordenanza fiscal ou con fins recadatorios, senón que a saúde e a mobilidade dos veciños está en xogo", argumenta su presidente, Francisco Ferreira.

La federación lamenta que la proliferación de terrazas, que en teoría deberían ser desmontables y no permanentes, ha derivado en una instalación fija de un negocio particular en un espacio público. "Reducen de forma permanente o espazo aos viandantes, provocando incomodidades, como a reducción do ancho de paso ou a captación de fumes", insisten.

A Chamusca quiere que la inspección de terrazas que debía comenzar ayer sirva para reformar a fondo esa ordenanza y pide que se tengan en cuenta las alegaciones que presentó durante el periodo de exposición pública de la actual normativa. Esas peticiones incluían aspectos como que el porcentaje de la terraza debe ser proporcional a los metros cuadrados del local, la obligación de dejar un ancho de acera mínimo de dos metros y de estar pegada al local, la prohibición de exceder el ancho de la fachada de cada negocio, una aplicación retroactiva de la ordenanza y unas sanciones económicas más exigentes porque ahora distan de ser disuasorias. Se trataría, según A Chamusca, de evitar que a ningún hostelero "lle compense" pagar la multa por inclumpir la normativa.