Como consecuencia del fracaso de la primera intervención, se decidió una segunda para extirpar el neurinoma al encontrarse en el límite por tamaño para ser tratado por radiocirugía. Se realizó una craniectomía subccipital y exerésis de la lesión. De esta intervención sí aparece una hoja estándar, pero se trató de un formulario tipo, en el que consta únicamente la identificación de la paciente, la del facultativo firmante del mismo y la intervención que se le va a practicar. Se omiten las alternativas a la operación, así como los riesgos inherentes, tanto los más comunes, como en este caso la parálisis facial; como de los más inusuales de los que el médico tiene obligación de informar y el paciente derecho a saberlo para así adoptar la decisión que estime oportuna. Según el informe emitido por el neurocirujano del Xeral la aparición de la parálisis facial post-quirúrgica, tras la cirugía de un neurinoma acústico de 3,5 cm de diámetro, aparece en más del 50% de los casos.

La sentencia del Contencioso sólo puede ser recurrida por la familia de la paciente, que falleció por complicaciones posteriores a la cirugía.