Los procesos burocráticos de exposición pública retrasan los plazos que el gobierno local, concretamente el concejal de Deportes, Xoán Carlos Chillón (BNG) tenía previsto para la reapertura de la piscina municipal, que se cerró al público en julio. Hubo que espera hasta el martes a que el BOP aprobara definitivamente la modificación presupuestaria acordada en el último pleno de corporación municipal para que el regidor local, Xosé Manuel Pazos (ACE) pudiera firmar hoy, por resolución de la Alcaldía la aprobación del pliego de cláusulas técnicas y administrativas que regirán el nuevo contrato de prestación de servicios, que sale a concurso por 10 meses, es decir de octubre a julio. El gobierno municipal hará frente a los coste de la prestación de servicio a través del dinero conseguido con la modificación presupuestaria aprobada y para el próximo año ya figurará en los presupuestos una partida destinada a tal fin. También hay esperanza en conseguir de la Diputación de Pontevedra subvención para este complejo deportivo.

Xoán Carlos Chillón afirma que es el primer interesado en apurar los plazos, pero que algunos son inevitables, pero está convencido de que en octubre se podrá abrir la piscina al público. Chillón tiene interés en que la empresa adjudicataria se reúna lo antes posible con los colegios y los colectivos para establecer los horarios de uso.

Chillón afirma que la población demuestra continuamente el interés en la reapertura a de la piscina Balea, de ahí el gran número de preinscripciones que hay. Está seguro que se superarán las mil, cifra que el estudio económico considera que sería suficiente para que la piscina fuese viable.