Hacer cola, ver cine de calidad en formato corto de forma gratuita y votar por tus favoritos. Ésa era la dinámica de los espectadores del Festival Internacional de Cortometrajes de Bueu hasta hace dos años, cuando se instauró el photocall. Desde entonces, posar en la alfombra roja con alguno de los elementos cinematográficos elegidos por la organización se ha convertido en cita obligada para todo aquel que acuda al Centro Social do Mar. Así al menos se constata en las etsadísticas, que recogen que en las dos ediciones pasadas y en lo que va de ésta cerca de mil personas se han dejado fotografiar en la improvisada pasarela del FIC Bueu.

La cifra parte de los 358 de 2013 para pasar a los 385 del año pasado y los 181 de los primeros días de la presente edición, que augura récord. La iniciativa surgió de forma casual. "Tiñamos unha cámara para preparar o cartel, pero a escultura era moi bonita e pensamos que daría xogo para que a xente posara con ela", explica Manuel Pena, el director del certamen. Así, el año pasado fue una composición de una playa jugando con arena y un panel del mar y horizonte y en éste se ha apostado por una escultura de una momia formada por fotogramas de película.

"A la gente le gusta. Los primeros minutos cuesta que se decidan, pero después ya va todo seguido. Y los grupos son los que más se animan", explica Manuel Pena. A lo largo de este tiempo ha desfilado por la alfombra roja gente de todas las edades, incluidos recién nacidos, y hasta perros. Mucha gente incluso repite con grupos diferentes. Y la organización se encarga de dejar constancia con unas imágenes que cuelga después en facebook. Y para el que lo desee, les envía las fotos previa petición.