El olor a sardina asada ambientó ayer desde media mañana las inmediaciones del atrio de la iglesia de Santa María de Darbo. Casi sin tiempo para descansar tras la fiesta del lunes por la noche, arrancaba con expectación el gran día. Los puestos de comida, bebida, rosquillas y dulces estaban preparados para recibir a miles de personas que buscaban disfrutar de la penúltima jornada de una de las romerías con más tradición de la comarca de O Morrazo.

Grupos de familiares y amigos de la zona, y otros llegados de localidades vecinas, abarrotaron desde incluso antes de la hora de comer las mesas de los establecimientos que ofrecían sardinas, pimientos, empanada y otros productos típicos, así como bebida. Mientras los más hambrientos se aseguraban una silla a la sombra, otros buscaban el mejor lugar para asistir a la misa solemne de las 12.30 horas oficiada delante de la iglesia. A pleno sol, cientos de feligreses presenciaron el acto religioso con el acompañamiento de la Coral Santiago de Cangas. Finalizada la misa, los costaleros pusieron sobre sus hombros a Santa María de Darbo ante la atenta mirada de los asistentes, quienes esperaban que el comienzo de la procesión no fuese tan accidentado como el del año pasado, cuando la imagen a punto estuvo de caerse al suelo.

La procesión retomó su tradicional recorrido por el campo de la fiesta (que sufrió modificaciones el año pasado con las consiguientes quejas de aquellos que no pudieron observar la imagen a su paso) y durante más o menos media hora la Virgen, que lucía billetes en su manto, fue seguida por los feligreses que portaban velas en su mayoría. La comitiva, integrada por miembros de la corporación como José Enrique Sotelo, Albar Cordeiro, Rafa y Fran Soliño, Dolores Hermelo -Partido Popular-,Alfredo Iglesias -PSOE- y José Luis Gestido -Independiente-; representantes de la Comisión de Festas de Darbo y los integrantes de la Asociación de Danza de Darbo, también recorrió el campo de fiestas tras el paso de la imagen.

Tras bajar las escaleras hacia el atrio, Santa María de Darbo recibía los últimos gestos de júbilo de los devotos que la observaban a su paso. Los costaleros colocaron la imagen entre el cruceiro y el acceso principal a la iglesia y la Unión Musical de Salceda de Caselas, dirigida por Xoán Lois Diéguez, puso de nuevo la nota musical. Los allí presentes se arrancaron para acompañar a la banda con cánticos y palmas.

Después llegó uno de los momentos más esperados de la jornada y también de todos los días de festejos: la tradicional Danza e Contradanza.

La Asociación de la Danza de Darbo, presidida por Belén Guimeráns, fue la encargada un año más de poner el baile en la fiesta. A su paso con la procesión, ya se pudieron observar los coloridos sombreros de las damas, hechos a base de flores naturales, y los llamativos pendientes que lucían los galanes, como viene siendo tradición.

Durante casi veinte minutos, el grupo de baile, que presentaba tres caras nuevas, hizo las delicias de los asistentes con sus pasos y el acompañamiento musical de la gaita, tambores y castañuelas. Los 11 galanes y 5 damas recibieron los aplausos del público para decir adiós hasta el pase de la tarde.

El momento más emotivo se vivió cuando la imagen de Santa María de Darbo fue girada antes de volver a introducirse en la iglesia y los pétalos de flores fueron lanzados desde el tejado del templo mientras sonaban las campanas y los feligreses aplaudían.

Mientras esto sucedía en las inmediaciones de la iglesia, los terrenos de los aledaños rápidamente fueron acaparados por peñas, amigos y familiares que no dudaban en reservar su espacio con mantas, toallas y otros enseres para poder comer y disfrutar del resto de la jornada en Darbo. Una jornada que se prolongó una vez más hasta altas horas de la madrugada tras las actuaciones que la Comisión de Festas tenía programadas. Tras la repetición de la Danza y la Contradanza a las 19.00 horas, la Unión Musical de Salceda de Caselas ofreció un concierto a las 20.00 horas. Tras la actuación, el director de la banda, Xoán Lois Diéguez, donó al hijo del Maestro Carballo (compositor del Himno de la Virgen de Darbo), Marcelino Carballo, las partituras de la obra con los ajustes introducidos por la Unión Musical de Salceda de Caselas para su interpretación en las fiestas. A continuación, las orquestas Ritmo Joven y Suavecito pusieron el ritmo en el campo de fiestas.

Darbo vive hoy su último día de festejos. A las 11.00 horas, la Unión Musical de Meaño protagonizará el pasacalles encargado de anunciar el Tavario. A las 12.30 horas, la misa solemne contará con el acompañamiento del Coro Parroquial do Hío y posteriormente saldrá de nuevo la procesión. Por la tarde, habrá actividades para los más pequeños a partir de las 17.00 horas y de nuevo más música: el concierto de la Unión Musical de Meaño a las 20.00 horas y la gran verbena que despedirá las fiestas con las orquestas Capitol y Pasarela.

Pero esta romería siempre deja lugar a las sorpresas, no siempre agradables. Este año, cuando ya los romeros sacaban sus viandas y se disponían a disfrutar de todos esos manjares pantagruélicos que atesoran las nuevas neveras y los viejos cestos, se inició un pequeño incendio forestal. Fue justo detrás de la iglesia, en una zona donde un grupo de niños había escogido para tirar de forma inocente unos cuantos petardos que habían comprado en las tiendas que se atrincheran alrededor del cementerio. De inmediato, vecinos del lugar cortaron ramas de los árboles y lucharon de forma denodada contra las llamas, a las que vencieron sin que éstas pusieran demasiado resistencia. También acudieron a la zona voluntarios de Protección Civil y, al final, llegó una patrulla de Medio Rural que ya realizó tareas de refresco de la zona.

La gran mayoría de los romeros apenas se dieron cuenta de este incidente, que no causó alerta ante la pronta respuesta de los vecinos y los equipos de emergencia de Cangas.