José Luis "Willy" Rivas ha recibido emocionado a la quincena de motoristas que esta mañana han escoltado los restos de su hijo desde Domaio hasta el pabellón de Reibón, donde está instalada la capilla ardiente. Pese a que no abre al público hasta las 14h, la actividad desde primera hora de esta mañana es frenética: ya han llegado cuatro furgonetas cargadas con coronas de flores y son decenas las personas que se han acercado a mostrar sus condolencias a la familia del fallecido piloto. Hasta la capilla ardiente también han traslado la moto de Dani Rivas.

Willy Rivas, embargado por la emoción, ha querido agradecer la agilidad con la que se ha repatriado el cuerpo de su hijo así como todas las muestras de cariño que ha recibido la familia desde que se conociese la trágica muerte de Dani el pasado 20 de julio.

"Siempre estaré en deuda con el motociclismo", reiteró Willy Rivas, quien en los últimos días ha reiterado su agradecimiento al mundo del motor por todo lo que le ha dado a él y a su hijo. "He perdido un hijo pero he ganado un héroe", insiste. Además, mantiene su disposición a colaborar con cualquier persona o asociación relacionada con el motociclismo que le solicite ayuda.

Los motoristas que escoltaron el féretro de Dani se mantienen en las inmediaciones de Reibón, saludando a la familia y colaborando en los últimos preparativos. "Acompañar al coche fúnebre fue una petición de la familia y nos sumamos sin dudarlo. Dani era un persona muy querida por nosotros, siempre colaboró de forma desinteresada con nuestro club", recordó el presidente de la Peña Motera Os Matapardales.

Entre los asistentes a la capilla ardiente esta mañana descató la presencia del piloto Aleix Espargaró que se fundió en un sentido abrazo con Willy Rivas.