La Audiencia de Pontevedra acogió ayer la segunda sesión del juicio oral contra un padre y una madre acusados de agresión sexual a dos de sus hijas (una es hija biológica solo de la madre, pero otra es hija de ambos) y que se está celebrando a puerta cerrada para proteger la intimidad de las dos víctimas menores de edad.

Al término de la sesión celebrada de ayer, uno de los letrados de la defensa, Alberto Currás, explicó que el tribunal volvió a aplazar la conclusión de la vista debido a que todavía faltan testigos por prestar declaración, entre ellos una de las dos víctimas menores de edad. El letrado recordó que la celebración a puerta cerrada de este juicio le impide dar detalles del contenido de la sesión y por lo tanto, tampoco explicó las razones por las que la menor no pudo declarar.

El abogado explicó que ambos acusados insistieron en su inocencia tanto en la fase de instrucción como en su declaración durante la primera sesión del juicio oral que se celebró el pasado martes. Pese a que se aplazó la conclusión del juicio para el mes de julio, ayer se pudo avanzar en la celebración del mismo con la declaración de diferentes peritos, entre ellos los expertos del Imelga que realizaron diversos informes de las víctimas.

Cabe recordar que ambos acusados se enfrentan a una petición de condena por parte de la fiscal de 30 años de cárcel cada uno. En uno de los casos asegura que el acusado abusó sexualmente de la menor de once años con la connivencia de la mujer. En el segundo de los casos, según el escrito de la Fiscalía, ambos están acusados de la agresión sexual a otra de las hijas cuando todavía no había cumplido los diez años.