Moaña instaló en los últimos días las farolas para dotar de iluminación artificial a los aparcamientos disuasorios de Broullón y Domaio, situados en el entorno de los accesos al Corredor do Morrazo.

El espacio situado en la entrada al Corredor por Broullón se inauguró a finales de 2014 y en febrero del presente año se abrió al público el de Domaio. Entre los dos suman 105 plazas y tienen por objetivo regularizar una práctica de muchos conductores, que dejaban su vehículo de forma irregular cerca de la entrada al Corredor y de la rotonda de Domaio, para compartir coche en sus viajes a Vigo.

En el momento de las inauguraciones los espacios carecían de iluminación artificial, aunque toda la instalación estaba ya realizada. Finalmente, y ante la necesidad de una mayor seguridad a la hora de aparcar, se instalaron las farolas y ya se encuentran en funcionamiento.

Ambos espacios están siendo muy utilizados desde su construcción. Sin embargo muchos días se quedan escasos, sobre todo el de Domaio, con 32 plazas. Muchos conductores todavía deben dejar su vehículo de forma irregular en el arcén de la PO-551 y en la subida a la parte alta de la parroquia de Domaio.

El espacio de Broullón se construyó en el acceso al Corredor e implicó la habilitación de una nueva rotonda. El de Domaio, por su parte, se realizó aprovechando un tramo sin uso de la antigua carretera vieja, y regenerando ese entorno en el que se acumulaban escombros.

La Axencia Galega de Infraestructuras invirtió más de 430.000 euros en ambas obras.