El concejal de Facenda de Bueu y prejubilado de banca José García Cuervo es uno de los afectados. La familia de su esposa tiene desde hace casi 80 años una propiedad, que incluye una vivienda, en la zona de Bon. "Cuando leí la noticia en FARO me puse en contacto con los comuneros y tras comprobar los planos vimos que era de las que estaba dentro de eso que ellos llaman 'Reventóns A', que en realidad no existe", explica sin ocultar su indignación.

Cuervo muestra abundante documentación para demostrar que es imposible que Promalar fuese propietaria de los terrenos de su familia. "Tenemos la escritura de 1938 en la que Juan Cestay Cerviño [tío abuelo de su esposa] compró por 3.500 pesetas la finca grande a una mujer llamada Carmen de la Rúa. Este hombre deja a continuación la parcela a sus herederas, Emilia [madre de la esposa del edil] y Carmen", manifiesta con toda la documentación en la mano, entre la que se incluye el Catastro antiguo del ayuntamiento de Bueu. En los años siguientes se realizaron algunas compras más y todas están protocolizadas ante el notario y el Registro de la Propiedad. "¿Cómo va a ser Promalar propietario de nada?", se pregunta indignado.

García Cuervo estuvo ayer en el Mercantil antes de la subasta y critica que el juzgado mantuviese el proceso. "El banco que pujó por el lote de 'Reventóns A' acaba de heredar más de un centenar de pleitos", asegura de manera contundente, en referencia al centenar largo de fincas que forman parte de este lote. Los vecinos están convocados para una asamblea el próximo 31 de mayo en la que se decidirá que camino seguir. "Creo que lo mejor es ir de manera coordinada para defendernos. Yo por mi parte estoy dispuesto a llegar hasta el final. Me pregunto cómo es posible que el Registro de la Propiedad inscribiese las fincas a nombre de Promalar sin que aportase ningún título de propiedad. Por mi parte quiero que se llegue hasta la Fiscalía y que se investigue si existe algún presunto delito", asegura José García Cuervo.

La primera inscripción del Registro de la Propiedad data del año 1950, fue realizada en Madrid por sociedades controladas por el antiguo Conde de Aldán y ya en aquel momento el registrador hacia constar que no se aportaba ningún titulo de propiedad, solo unas escrituras privadas de compra venta. Aún así, procedió a la registrar las fincas. La siguiente inscripción fue ordenada en el año 2000 por el Juzgado de Instrucción número 1 de Cangas, a raíz del proceso de repartición de la herencia entre la viuda y los herederos del antiguo conde de Aldán.