La Dirección Xeral de Patrimonio ha dado por "concluido" el expediente informativo abierto a raíz de las piedras acumuladas, a modo de "tótem" , en el entorno del yacimiento de O Facho, en Donón, en Cangas, y que fue iniciativa de una empresa de turismo del municipio como ofrecimiento de sus clientes para recuperar el sentido cultural de este santuario . Aseguran que Patrimonio decidió zanjar el expediente como consecuencia de que el Concello de Cangas había presentado ya un proyecto con un plan de conservación para este castro que contempla la retirada de esas piedras y que ha sido aprobado por Cultura.

Patrimonio había anunciado en agosto que iba a abrir un expediente, en principio solo informativo, sobre la aparición de estas piedras que conoció a través del Concello cuando presentó, en la Consellería de Cultura para su autorización, este nuevo proyecto de conservación para la puesta en valor del yacimiento. Precisamente ayer, el arqueólogo que realizó las últimas excavaciones en este castro, José Suárez Otero, se reunió con el concejal de Hacienda, para concretar el inicio de los trabajos, que se prolongarán durante un mes y en el que trabajarán un arqueólogo, un restaurador y dos peones.

Suárez Otero manifiesta que la limpieza de O Facho comenzará pronto y entre los trabajos contemplados está la total retirada de las piedras a su estado anterior, aunque reconoce que ya bastantes de estas columnas que la gente fue formado ya fueron retiradas por muchos, a iniciativa propia. De hecho, en la zona prácticamente ya no hay "tótems".

En el plan de conservación que el Concello pondrá ahora en marcha se señala que tras los últimos trabajos de restauración y de control de la vegetación en el año 2013, las constantes lluvias y la no realización de rozas en el presente año, hicieron que el castro presente un estado de abandono preocupante. Así, en el documento ya se resalta la realización de "rechamantes intervencións antrópicas" dentro del propio castro, así como otras mucho más evidentes en la subida a los restos. En el informe se añade que la realización de estas acciones de forma tan numerosa provoca una desvirtuación del espacio del castro, dando una imagen distorsionada al público visitante, ya que da la sensación de ser una acción permitida. Incluso en el proyecto se aportan fotografías de turistas jugando con niños y realizando estas figuras como una actividad más en la visita al castro.

Si a este hecho, tal y como señala el arqueólogo José Suárez Otero, se une el estado de abandono que no permite la apreciación de las estructuras si no llegas casi hasta el cumio, el público no valora el espacio que se puede ver.

Los trabajos propuestos irán destinados a permitir la puesta en valor del castro que permita una lectura correcta del mismo, por eso que se incluye la limpieza de la vegetación, con la eliminación de la flora circundante a la zona excavada y se propondrán unas rutas a los visitantes que evite una deambulación excesiva de estos en el yacimiento. En el castro excavado se propone realizar una roza cuidando aquella zonas próximas a las estructuras. El plan también contempla la eliminación de la vegetación manualmente empleando herramientas como tijeras de podar, cepillos, paletines o brochas para evitar dañar las estruc turas, así como la destrucción de las esculturas realizadas por los visitantes, personas ajenas al castro, devolviendo las piedras a los montículos originarios situados en el castro. El plan contempla de igual forma la recolocación de algunas piezas de las estructuras intervenidas en años anteriores, que aunque en buen estado de conservación,se han desprendido. Por último se solicitaba concluir el trabajo con un tratamiento químico de herbicida no residual, sal de amonio y formalina para el control de la vegetación.

La empresa turística "Guías Malouco", de Cangas, cuyo gerente es el técnico en turismo Alfredo Iglesias, siempre negó las acusaciones de que estas columnas de piedras fueran un acto de vandalismo y supusieran un delito, ya que no son estructuras fijas, no hechas con material externo al lugar, ni degradaban las construcciones, sino que simplemente se ponían las piedras una encima de otra. Las empezaron a realizar con los visitantes que llevaban a O Facho con un sentido cultural para recuperar la función del santuario mediante ofrendas líticas. Iglesias se felicita de que no sea delito y recuerda que el Camino de Santiago, que es Patrimonio de la Humanidad, está lleno de estos "hitos" que van dejando los peregrinos.