El proyecto de un parque eólico en la parte alta de Domaio, incluyendo también superficie de los concellos de Marín y Vilaboa, continúa en marcha, a pesar de que la ausencia de información sobre la tramitación, unido a la eliminación de las ayudas al sector de las energías renovables, llevó al gobierno local y a varios colectivos a considerar que la instalación estaba totalmente descartada por la Xunta. El regidor, José Fervenza, argumentaba también la oposición unánime de toda la corporación municipal y de gran parte de los colectivos del municipio, por lo que entendía que la construcción del parque de aerogeneradores concedido a la empresa Enel Green Power, de capital italiano, estaba definitivamente descartado.

Desde la Consellería de Economía e Industria, señalan que el proyecto no está descartado y que se encuentran a la espera de la admisión de todos los informes necesarios para que la Secretaría Xeral de Calidade e Avaliación Ambiental pueda emitir la correspondiente declaración de impacto ambiental. Advierten de que no existe ningún plazo al respecto y entienden que el retraso actual es normal, teniendo en cuenta la cantidad de administraciones que deben informar.

El documento de inicio del proyecto estuvo a exposición pública y en Moaña se presentaron unas 500 alegaciones, llegadas desde colectivos como la Xunta de Montes de Domaio, directamente afectada, asociaciones de vecinos o ecologistas. Se presentaron en febrero de 2013 y sus firmantes todavía no han obtenido respuesta.

Fuentes de Industria aseguran que responder a los alegantes no corresponde a la Xunta, sino a la propia Enel Green Power. De todas formas avisan de que esa respuesta no es obligatoria. Indican que la Xunta tendrá cuenta las alegaciones a la hora de emitir la resolución final sobre el parque.

A la Consellería también se dirigieron esta misma semana los diputados autonómicos del BNG Daniel Rodas y Carme Adán, para conocer de primera mano el estado de la tramitación.

Bajo el nombre de Parque Eólico de Pedras Negras, la intención es levantar 14 aerogeneradores con una altura de 120 metros cada una a lo que se suman las aspas.

Los detractores apuntan al impacto paisajístico que tendrían los molinos en los montes de O Morrazo, así como a los efectos sobre el medio ambiente de toda la instalación. Su construcción implica habilitar 17 kilómetros de viales de acceso y 15 kilómetros de zanjas. "Incluiría a construcción dunha subestación eléctrica, o que afectaría e alteraría gravemente a morfoloxía, usos actuais e paisaxe de lugares con espazos naturais tan emblemáticos na comarca como Chan de Arquiña, Chan de Armada ou o Monte Gagán", alertaron en su pregunta en el Parlamento los diputados nacionalistas.