Ayer por la tarde el ambiente de Cangas se vistió de gala. Hacia las siete de la tarde, los ocho componentes de la agrupación Showtime ofrecieron un pequeño adelanto a los viandantes de la Avenida Castelao de lo que iba a ser la Gala de las Festas do Cristo. El ritmo inundó la calle y los curiosos se aproximaban a ver el espectáculo que era sólo un ensayo, pero más de un miembro del público lo vivió como si la gala hubiese dado comienzo. El coreógrafo de la agrupación, Ender Bonilla, daba las últimas órdenes a los bailarines y controlaba que todo estuviese en su sitio, incluso las caderas de los bailarines porque con tanto movimiento no sería de extrañar que más de uno o una acabase con ella fuera del sitio.

La avenida se fue llenando cada vez de más y más gente y hacia las ocho llegaba la segunda estrella invitada. La tímida Tamara portaba un "outfit" muy casual y lucía unos rizos efecto mojado que le caían por los hombros y unas gafas de aviador. La gente paraba a hablar con ella y a hacerse fotos, pero ella prefería ser fotografiada en los momentos previos a la gala, ya que estaría todavía más guapa de lo que estuvo en el ensayo.

Las hermanas Salazar, de Azúcar Moreno, llegaron justas y listas para ensayar. Confesaron que el viaje lo hicieron en coche porque "el avión no nos gusta" resalta Toñi. Su ensayo fue animado y divertido, mostraron una actitud fresca y desenfadada con el público. El ensayo de su sencillo "Sólo se vive una vez", los curiosos que se agolparon a los pies del escenario les aplaudieron como si hubiesen dado un concierto, a pesar de que era sólo un pequeño entremés. Tras bajarse del escenario, las dos hermanas aprovecharon la ocasión de dar un muy pequeño paseo por las calles de la villa y atender las peticiones de sus "fans". Incluso les ofrecieron tomar una caña en un bar la zona, pero la rechazaron, el trabajo es el trabajo. Pero poco les duró la caminata, al poco tiempo, el aluvión de fans de mediana edad se agolparon en la zapatería a la qeu entraron al lado del Concello y finalmente decidieron retornar al hotel.

El último en llegar desde Vigo, fue el simpático andaluz, David De María. Con su "look" desenfadado y unas gafas negras. Hizo un ensayo "flash" en el escenario y luego bajó a atender a los fans que se agolparon en la parte trasera del escenario. Con una sonrisa permanente en su cara, se hizo todas las fotos que pudo y volvió corriendo a Vigo para descansar antes de volver a subir al escenario.

Las fiestas provocan avalancha de gente, pero también de atascos y las quejas por las colas de tráfico en el cruce del Galax son constantes.