La toxina se ceba con el marisco de las rías de Vigo y Pontevedra. Casi el 100% de las zonas de marisqueo permanecen cerradas por los altos niveles de toxina de la almeja y la navaja. Aunque hay ciertas zonas privilegiadas. La única zona que abrió esta semana al marisqueo de navaja en la ría Pontevedrea, fue la zona IV de la cual se recaudaron alrededor de 75 kilogramos de molusco y se vendió a más de 20 euros el primer lote. La zona I de esa misma ría también permanece abierta pero está pendiente de un segundo análisis del cual se envió una muestra al Intecmar.

Ya en el otro lado de la comarca. La ría de Vigo también tiene la mayoría de sus zonas cerradas al marisqueo por positivo en toxina a excepción de la zona IV.1, en la cual sólo se permite la extracción de longueirón y navaja. Esta zona se suma a la zona IV.1 o Redondela B, en la que está permitida la extracción de moluscos bivalvos cultivados en viveros flotantes, o lo que es lo mismo, mejollón.

El jueves se volvieron a enviar al Intecmar muestras de almeja y navaja de la zona I (zona de Ons) y muestras de navaja de la zona II de la ría de Pontevedra. Los resultados de este muestreo se darán a conocer, según fuente de la cofradía de Bueu, el lunes.

De todas las rías gallegas, las de Pontevedra y Vigo son las que más zonas cerradas tienen debido a los altos niveles de toxina que dan.