En nuestro planeta el fenómeno de las "mareas vivas" se produce dos veces al año. Dos ocasiones en las que la proximidad de la luna influye de tal manera que se registran los picos más pronunciados de pleamar y bajamar. Este fenómeno comenzó el domingo y estas son las jornadas en las que alcanza su punto álgido, aunque las mareas vivas seguirán hasta octubre. La fuerza gravitacional del satélite provocó que esta madrugada, pasados los quince minutos de la medianoche, el mar alcanzase su punto más bajo, registrando una altura de 0,2 metros.

La bajamar es un fenómeno que no gusta a muchos bañistas porque les obliga a darse una caminata para poder darse un baño,como ocurrió en el arenal de A Xunqueira en Moaña ayer. La cara otra de la moneda es para las mariscadoras, que ven como se amplía su superficie y tiempo de trabajo.

Pero a la bajamar le sigue la pleamar o marea alta. Hacia las siete de esta tarde, el mar registrará la máxima altura de todo el mes: los 4,10 metros. No será sorprendente dar una vuelta por el paseo marítimo de Cangas a media tarde y tener la sensación de que el mar está a punto de alcanzar el carril bici. O que la pasarela de acceso a los pantalanes esté prácticamente al mismo nivel que el hormigón del puerto.