"É unha mellora necesaria porque isto é un perigo permanente, pero hai que facela ben", explica Josefa tras analizar con Juanatey y Sotelo los pormenores del proyecto y las afectaciones a sus propiedades. Al igual que la mayoría de los vecinos, Josefa no se opone a la actuación, aunque quiere que se respeten sus derechos y que las cesiones sean "razonables" y equitativas, para no perjudicar a unos propietarios más que a otros. Confía en que los promotores de la obra repongan la línea del muro de piedra que circunda su finca y que habrá que demoler para ensanchar la carretera y habilitar una línea de aparcamiento de vehículos, y también que los postes de Fenosa pasen a la historia tras soterrar todos los servicios.
Miro Martiñán, presidente de la asociación de vecinos de la parroquia, exige igualmente que la Administración atienda las necesidades de los vecinos apostados en algo más de un kilómetro de trazado que contempla la actuación, comprendido entre el conocido como "cruce de Montejano" y la intersección con el de Espíritu Santo. A su lado, un propietario reclama a los políticos que sus cesiones sean computadas a efectos de edificabilidad en la finca, y que tal compromiso se refleje en un documento por escrito, preferiblemente respaldado por el pleno. Sotelo y Juanatey dan por hecho que será así y continúan su ronda de encuentros, carretera arriba.
Antena colectiva
En los cien primeros metros del trayecto los espera también un grupo de representantes de la comunidad "Antena colectiva A Xanela", que agrupa a unas 230 viviendas conectadas por cable a través de tendido aéreo. Su preocupación estriba en que la idea de soterrar todos los servicios les obligue a realizar una inversión para hacer frente luego a las acometidas particulares, para lo que no disponen de presupuesto. Los promotores de la urbanización de la carretera afirman que no va a haber problemas para que el servicio se mantenga sin mayores gastos para los socios, con quienes hablaron in situ.
Otro de los afectados planteaba la posibilidad de recibir alguna contrapartida por los cultivos que perdería con la cesión de terreno, entre los que habría alguna cepa de viña. Hay varias personas que están en situación similar, aunque la propuesta general es reconocer las cesiones, no pagar por ellas como se llegó a plantear en los primeros contactos. "Eu prefiro esta nova proposta. Mellor que andar con cartos é computar os metros de cesión a efectos de visibilidade, cun documento que o acredite", opina otro veterano residente, que considera esta opción "máis xusta".
Cómputo retroactivo
En el tramo hasta Espíritu Santo hay situaciones y opiniones para todos los gustos, aunque el ambiente que se respira es, en general, de "aceptación condicionada", como señala una vecina que apuesta por "velar por los intereses comunes, y no sólo por los particulares". Ella intenta predicar con el ejemplo y pide que los promotores actúen en su propiedad "con los mismos criterios que en el resto, ni más no menos", mientras los dueños de otra parcela refieren el caso una persona que pide que le reconozcan la superficie de terreno que ya cedió a la carretera cuando cerró su finca, para que no verse perjudicada frente a los dueños que cedan ahora, a los que sí se les computará.
