La negativa del concejal de Servizos, Nardo Faro Lagoa, a permitir la conexión eléctrica de la megafonía y los instrumentos para el concierto de la "pinchada con pinchos" organizada por las asociaciones Cangas Vella y Os valentes camiñan sós, a punto estuvo de convertir la cita en una actividad "unplugged" (desenchufada), aunque la colaboración de un establecimiento de la Praza da Constitución, Ferretería Hernández, permitió salvar el acto.

El obstáculo municipal no impidió que decenas de personas disfrutaran de su caña de cerveza acompañada de pinchos con distintos ingredientes por el módico precio de 1,50 euros, de la música en la calle a cargo del grupo Néstor Pardo, ni de una "pinchada" musical del colectivo Comando Vinilo, pero sí empañó la octava edición del evento que pretende dinamizar la calle con actividades y generó una oleada de críticas hacia Faro Lagoa y hacia el alcalde, por permitirle tales "desmanes, atropellos o abusos de autoridad", en palabras de los afectados, quienes alertan de que "llueve sobre mojado".

El BNG ha ido más allá y exige al alcalde que "cese de inmediato nas súas funcións" a su socio de gobierno, por "perseguir e atacar de forma sistemática ás xentes de ben, coa excepción de beatos e confrarías", en palabras del concejal Héitor Mera, que responsabiliza a Sotelo de dar alas a la actitud "destemida" de Faro Lagoa.