"No tengo vocación de bombero, pero tampoco de incendiario. Para eso ya está el señor Pazos y sus acólitos en la corporación, que tienen la capacidad de convertir un problema en dos", afirma el alcalde de Cangas, José Enrique Sotelo, que descarta recurrir a las "movilizaciones y algaradas" en defensa del partido judicial como, dice, le exige el portavoz de ACE con la supuesta intención de "aparecer en los titulares" de la prensa, al margen de que tenga utilidad alguna para solucionar el problema.

"Ya he defendido, y lo sigo haciendo, el partido judicial de Cangas en todos los foros donde tengo que hacerlo, incluso dentro de mi propio partido", argumenta Sotelo, que está convencido de que no tendría ningún efecto práctico apostar por las "algaradas en las que tan expertos son Pazos y compañía", a quienes atribuye la capacidad de emplear la demagogia para "centralizar los problemas en administraciones que no tienen competencias para resolverlos", como sería el caso del Concello de Cangas a la hora de decidir sobre la permanencia de su partido judicial. "Desconozco las iniciativas de Pazos y compañía para hacer algo donde puede haber poder de decisión", como sería el Parlamento.

Más allá de las formas, José Enrique Sotelo reitera su "firme defensa del partido judicial de Cangas", tanto por la inversión realizada como por la consolidación del servicio y su necesidad para los ciudadanos de la comarca. "Lo que nos ofrece [el proyecto de ley de reforma de la justicia, que promueve el ministro Ruiz Gallardón] no es mejorar lo que tenemos, sino ir para atrás, empeorarlo, y nosotros no estamos de acuerdo con esos cometidos", añade.

ACE reclama al alcalde de Cangas encabezar una "protesta institucional y cívica" contra la ley Gallardón y de conformar una "procesión de caladiños" sobre este asunto mientras otros municipios vecinos coordinan el rechazo social a la propuesta. Pero Sotelo sostiene que se está haciendo "todo lo posible" desde la institución municipal y, como alcalde, ya traslada esa postura en todos los foros adecuados, descartando la movilización callejera con ese objetivo.