A Gaila Fernández Mariño, alumna del Instituto (IES) María Soliño de Cangas y que hoy cumple 18 años, siempre le gustó la diplomacia. Y quiere orientar su futuro laboral por este camino, bien trabajando en la administración en Bruselas o en una embarjada. Con su nota se lo puede permitir. Ha conseguido una media general de 9,3 y de 12,4 con el examen específico de la selectividad. Sin embargo, la carrera de Relaciones Internacionales está lejos y es costosa -dice- por lo que ha decidido matricularse en el doble Grado de Administración de Empresas (ADE) y Derecho que se impartirá, por vez primera, en la Universidad de Vigo. Su intención es acabar los 5 años de carrera y después realizar un master en Relaciones Internacionales.Ayer acudía a clases para sacar el carné de conducir. Reconoce que siempre le gustaron los idiomas y que fue una amiga que estudia Relaciones Internacionales quien le abrió el interés por este mundo de ladiplomacia, atraída también por la fascinación que tiene por la Unión Europea. Le gusatría tener Bruselas como destino: "Nunca pensé en quedarme a trabajar en España. Me gusta también la filosofía finlandesa, es más seria, me gusta su sociedad y su sistema de trabajo".

Ángel Villar, alumno del IES As Barxas de Moaña y el mejor expediente de este instituto, con 9,596 en la nota general y 13,242 en la específica, arbitraba ayer los partidos de balonmano de un torneo en su localidad, ajeno al protagonismosde su nota. Lo suyo siempre fue la Ingeniería de Telecomunicacones y asegura que va a estudiar en Vigo: "Trabajar con ondas a distancia y comunicación a través de satélites me fascina". Asegura que la Universidad de Vigo es buena "bien por lo que escuché y por los reconocimientos que tiene". Su interés por las telecomunicaciones quizás le venga de familia. Su madre estudió informática aunque trabaja de administrativa en el Centro de Salud de Moaña y su padre arregla ordenadores. Hace ya tiempo que empezó a destacar y de hecho fue becado por la Fundación Barrié de la Maza y Amancio Ortega a cursar 1º de Bachiller en Estados Unidos. Dice que fue una gran experiencia y que tiene en tre sus objetivos poder volver a un país que está a la vanguardia en satélites y comunicaciones. Si tuviera que dar un consejo a la hora de estudiar, diría que ser constante, no encerrarse mucho, "pero sí estudiar todos los días". Tampoco puede decir que lo suyo fue una perfección en todo, porque en tercero de ESO se le atragantó la música, que reconoce se le daba mal. Una de sus aficiones es el balonmano, que practicaba como jugador, aunque tuvo que dejarlo cuando se fue a Estados Unidos. Sin embargo al regresar para acabar el Bachiller, no se quiso separar del deporte y se hizo árbitro de balonmano.

En As Barxas, Daniel Sobral también obtuvo el segundo mejor expediente, con 8,8 de nota general y 11,1 en la específica. va a estudiar Ciencias da Linguxa en la Universidad de Vigo. Asegura que siempre le gustó la idea de ser profesory le fascina la lengua. Admite que para sacar buenas notas hay que estudiar y renunciar a disfrutar del tiempo libre, pero asegura que él no renunció al deporte que practica como atleta en el Club Samertolaméu.

El caso de Ismael Rivas, alumno del IES A Paralaia, de Moaña, es especial. Tiene 19 años y llegó a repetir 3 de ESO. Reconoce que no estudiaba, pero cuando repetió y empezó a aprobar las matemáticas, que las tenía atragantadas, "me dio un subidón". Y así hasta hoy, con un 8,47 de nota general. Como ya tenía nota para estudiar Derecho o Historia en Santiago, ya no optó a las asignaturas específicas. Hoy se debate entre escoger Historia, que es su pasión pero no tiene muchas salidas laborales; o Derecho, con más oportunidades.

En París estaba ayer Uxía Calviño, de viaje con los alumnos de francés de su instituto Johan Carballeira de Bueu. Lo suyo es la Ingeniería de la Energía que va a estudiar en Vigo. Y nota tiene porque obtuvo 9,53 en la general y 12,638 en la específica. Si algo le atrae es en la investigación. Reconoce que le gustaría trabajar en España, pero si tiene que irse al extranjero, tampoco tendría problema.. Su compañero de instituto Pedro Martínez también un 9,186 de nota. Tiene claro que estudiará Medicina en Santiago, una vocación que sintió desde hace cuatro años y no porque corriera sangre por sus venas ya que su padre es marinero. Su hermano mayor ya acabó Farmacia en Santiago. Le atrae quedarse a trabajar en España.