La nave de Cruzmar, a la que pretenden trasladar su actividad para doblar su producción los responsables de la empresa Conservas y Congelados Iglesias Mar, se encuentra sobre un suelo considerado zona urbana no consolidada en su mayor parte. Además, alrededor de un cuarto de la nave actual ocupa parte de unos terrenos que el PXOM moañés considera zona verde de dominio público, al encontrarse cerca de uno de los márgenes del río de A Fraga. Los técnicos de Urbanismo del Concello estudian al detalle el proyecto presentado por la conservera con el fin de valorar la solicitud de permiso de obra y actividad realizada por la empresa una vez que se hizo con los terrenos en los que desenvolvía su actividad Cruzmar.

El proyecto presentado contempla una reforma integral de la distribución interior de la nave actual. Modificará también su imagen externa. El permiso para poder iniciar el traslado y comenzar a producir en Moaña se otorgaría solo si se determina que las obras son de mantenimiento y adaptación del espacio. Y es que con esta calificación del suelo no se permiten obras que vayan más allá del mantenimiento de la actividad y supongan una ampliación o consolidación de la estructura. La ampliación ya fue descartada por los propios responsables de la conservera centenaria.

Otro problema se produciría si la obra que se acometerá requiere de una exposición pública, pues la nave se encuentra cerca de una zona de colegios y del río, lo que ya provocó quejas en el pasado. Desde el Concello el alcalde, José Fervenza, explica que la resolución de la solicitud de permiso corresponde a los técnicos y que él acatará su determinación.

La conservera necesita más espacio a corto plazo y plantea un proyecto inversor de 2,9 millones de euros. De ellos, 1,8 se destinaría a nueva maquinaria y el 1,1 restante a las tareas de construcción y remodelación. Además, su cambio a Moaña tendría una incidencia directa en el empleo de este municipio, toda vez que se trasladaría a los 40 empleados de la plantilla indefinida que en estos momentos trabajan en la nave situada en la zona de Ojea, en Cangas, y que se queda pequeña. Asimismo, el compromiso es asumir al personal que antes operaba en la empresa Cruzmar. Sin embargo, el PXOM aprobado en un 97% en el año 2011 considera que ese suelo no tiene el carácter de industrial y entiende que se trata de una zona residencial y verde, con el objetivo de recuperar por completo el margen del río.

La normativa en cuanto al suelo urbano no consolidado dice que el propio Concello tendría la obligación de desarrollar por su cuenta toda la unidad de actuación, por lo que no podría permitir obras que incrementasen el supuesto valor de expropiación de la zona urbana incluyendo los elementos construidos.

Desde Conservas Iglesias apuntaron a comienzos de mes que esperaban una resolución favorable de sus permisos y ya tienen movilizadas las partidas presupuestarias necesarias y la maquinaria lista para el traslado. Con el permiso en la mano comenzarían la mudanza de inmediato. Sin imprevistos podrían estar trabajando en Moaña el próximo otoño.