La apertura de la VG 4.4 se ha convertido en la opción preferida para los miles de conductores que circulan entre Lourizán y Seixo. La vía obliga a recorrer dos kilómetros más que la PO-551, pero a cambio ahorra cuatro minutos de trayecto. Una diferencia que indican los buscadores en Internet y que tiene en cuenta los límites de velocidad del casco urbano, pero no las retenciones que se puedan producir.

En condiciones de tráfico fluido, la carretera que atraviesa el núcleo urbano obliga a contemplar 11 kilómetros en unos 14 minutos. El empleo de la variante con exactos puntos de salida y llegada deja el tiempo en solo 10 minutos tras recorrer 13 kilómetros sin atravesar poblaciones.