Una celebración deportiva, una prueba de "el legado de Tibu" o una simple gamberrada a deshora que hace tiempo que no se producía. Son varias las especulaciones sobre la causa de que la fuente luminosa de la alameda de O Señal amaneciera ayer cubierta de espuma, dando una imagen nívea en vísperas del verano. Vecinos del entorno señalaban ayer que son habituales las concentraciones de jóvenes en los alrededores de la Capela do Hospital y la aparición de pintadas en los muros que el Concello ha renunciado a borrar por sus costes.