La histórica empresa Conservas y Congelados Iglesias Mar, que ocupa una de las naves de Ojea en Cangas, está ultimando el traslado de su actividad y producción a Moaña. Hace unos días sus responsables presentaron en el departamento de Urbanismo un proyecto de ejecución de obras e instalación, así como una memoria de actividad para adecuar la nave que utilizaba la empresa conservera Cruzmar, y cuyo acceso se realiza por la calle Rosalía de Castro número 4, punto en el que tienen sus oficinas y, por la parte trasera, la nave industrial.

Conservas Iglesias habría llegado a un acuerdo de compra-venta con los responsables de Cruzmar para efectuar un traslado del que se lleva hablando durante varios meses. A falta de una confirmación oficial por parte de los responsables de la conservera que plantea su cambio de ubicación, todo apunta a que estaría pendiente solo de obtener las pertinentes licencias de obra y actividad para trasladar su producción. De momento, desde el Concello de Moaña no se aventuran a hablar de una cifra de personal, aunque se espera que, al menos, mantenga la totalidad de su plantilla actual.

El espacio que ocupa ahora Conservas Iglesias es titularidad de Costas del Estado y esta compañía opera en régimen de concesión, que concluirá en el año 2018. Con la reforma de la Ley de Costas podría solicitar una prórroga del permiso, pero el Concello cangués ya pidió la desafectación de los terrenos. El ejecutivo local llevaba tiempo trabajando en desarrollar el polígono de A Portela y ofrecer allí a la empresa una superficie para facilitar su traslado. De esta forma Cangas ganaría como espacio público la zona de Ojea, en el frente marítimo de la villa. Sin embargo la conservera habría buscado una salida a más corto plazo. Al parecer sondeó otras opciones antes de decantarse por Moaña, como la fábrica de redes en la zona de Longán.

Entre finales de 2011 y comienzos de 2012 los responsables de Conservas Iglesias llevaron a cabo una inversión importante después de haber sufrido las consecuencias del incendio que el 18 de diciembre de 2011 arrasaba con la nave contigua, de la conservera Lago Paganini. Estuvo casi un mes con sus puertas cerradas y su actividad parada. La inversión obligó a reforzar la pared medianera entre las dos empresas, que quedara afectada por las llamas, así como acondicionar el tejado y reponer los suministros de electricidad, agua y aire. El cambio de cubierta, con su actual aspecto en color rojo, vino acompañada de una necesaria ampliación de unos 250 metros cuadrados sobre el aparcamiento municipal. Este espacio permitió acondicionar un acceso de vehículos a la conservera, permitiendo que las materias primas y los productos elaborados sigan trayectos distintos.

En total las instalaciones cuentan con unos 1.200 metros cuadrados en pleno centro de la villa.

Cifras

Los últimos datos sobre producción de Conservas Iglesias, antes del mencionado incendio que calcinó sobre todo la parte destinada a almacén que estaba pegada a la factoría de Lago Paganini, cifran en 39 la plantilla de la compañía, aunque en realidad serían más de medio centenar, sobre todo mujeres, las trabajadoras. La producción superaría las 759 cajas de conservas de 17 kilos cada una. Trabajan con productos variados como los mejillones, la ventresca, la almeja, la sardinilla o la zamburiña, que procesan y envasan. Esta empresa cuenta ya con una historia centenaria, pues su fundación se remonta a comienzos del siglo XX.