Mientras Portos de Galicia no hace público el expediente abierto el pasado año a los arquitectos que construyeron y con posterioridad reformaron las casetas de los marineros de Cangas, el viento del sur vuelve a hacer sonar esa música tan estridente que tiene alarmados a muchos vecinos de Cangas y que se deja oír a kilómetros de distancia. No en vano, el ruido que hace el viento al golpear la estructura metálica de índole abeja de las casetas alcanza los 136 decibelios, el doble de lo permitido. Y todo después de que Portos de Galicia se gastara 36.000 euros en instalar una placa para frenar el ruido. Pero la solución no surtió efecto ya desde el primer día y Portos de Galicia pagó a los arquitectos Jesús Irisarri y Guadalupe Piñeira el trabajo que en teoría iba a impedir ese ruido tan molesto. Más de un año de todo esto y a las autoridades locales tampoco les queda constancia de algún tipo de actuación contra los arquitectos. En su momento, Portos manifestó que no quería adelantar más detalles por tratarse de un expediente contra particulares, ni tampoco datos sobre una sanción o medida condenatoria que pueda salir del citado expediente. Sin embargo, ahora con la nueva Ley de Transparencia, hay colectivos y partidos políticos que exigen que se haga público el resultado del expediente, ya que se trata de dinero público el que se invirtió en la obra para frenar el ruido de las casetas.

El alcalde de Cangas ya había alertado de que la solución planteada por los arquitectos no iba a servir para solucionar nada, sin embargo Portos de Galicia continuó adelante.

Denuncias judiciales

Ahora ya no se sabe si seguir invirtiendo dinero en solucionar el problema o convertir el ruido en un atractivo turístico más. Pero hay quejas y denuncias vecinales que si la situación continúa así acabarán por llegar a los tribunales de justicia. Ayer la indignación volvía a los vecinos que tiene más cerca las casetas. El Concello de Cangas continúa pidiendo a Portos de Galicia una solución definitiva a este problema acústico.