Cuando en 1986 el Príncipe de Asturias ingresó en la Escuela Naval Militar de Marín, el profesor Ramón Touza Prieto recibió el encargo de acompañar al heredero de la Corona en algunas clases, de los distintos cursos de la Armada que Felipe de Borbón debía compatibilizar. El capitán de navío Ramón Touza inició entonces una relación personal con el próximo rey Felipe VI que todavía hoy perdura.

- ¿Cuál era su cometido durante la estancia del Príncipe de Asturias en la Escuela Naval?

- Yo acompañaba a Su Alteza Real a determinadas asignaturas de distintos cursos, para que no fuese solo. Era una orden que teníamos del jefe de estudios. Yo simplemente me sentaba con él, como un alumno más. También hicimos deporte juntos. Algunas veces se formaban grupos de carrera para ir a correr y como yo también corro, pues iba con él, lo acompañaba.

- ¿Cómo era el Felipe de Borbón que usted conoció?

- Pues un joven de su edad. Él aquí era un alumno más, como cualquier alumno de la Escuela Naval, sin distinción alguna. Hacía su diana, su comida, sus clases, su instrucción militar, su instrucción marinera, como cualquier otro. No tenía distinción de ningún tipo. Hacía la vida diaria de un alumno más de tercero de carrera.

- Acompañándolo diariamente habrá vivido muchas anécdotas con él.

- No puedo contar ninguna anécdota porque son cosas que entran en el ámbito de lo personal. Son cosas íntimas que considero que no debo contar.

- Al margen de las clases y la instrucción, ¿cómo era la vida del Príncipe de Asturias en Marín?

- Fuera de la escuela llevaría la vida de un joven de 18 o 19 años. Iba con sus compañeros, tenía sus amigos, unos más que otros, como todo el mundo. Hacía la vida de cualquier joven de su edad. Estudiaba y los fines de semana salía por Pontevedra con sus amigos. Se tomaría sus cervecillas y sus tapitas, como cualquiera, me imagino, porque yo no iba con ellos, evidentemente.

- Se dice que sus compañeros hacían las veces de guardaespaldas, cuando salían de la Escuela.

- Se dice pero no es cierto. No es verdad. Él tenía sus escoltas y sus compañeros eran solo sus compañeros, no tenían que hacer ninguna función de escolta.

- ¿Mantiene el Príncipe relación con esos compañeros y con los profesores de la Escuela Naval?

- Él recuerda a todo el mundo con nombres y apellidos, se lo puedo asegurar. Tiene muy buena memoria, no se le va una. Él ahora mismo es un capitán de fragata de la Armada que se relaciona con todos sus compañeros y les recuerda por sus nombres y apellidos. Hasta ahora muchos de esos compañeros le llamaban Felipe. Supongo que ahora le llamarán Su Majestad. Pero entonces el trato era Felipe, sin ningún tratamiento especial. Eso entre sus compañeros, quiero decir, porque los profesores no; los profesores le dábamos otro tratamiento, caballero Borbón, o similar.

- ¿Veía en él vocación militar?

- Por supuesto que sí.

- ¿Pero lo ve más como militar y próximo jefe supremo de las Fuerzas Armadas, o como civil y jefe del Estado?

- Ambas cosas. Será un excelente jefe de Estado y jefe supremo de las Fuerzas Armadas. No me cabe la menor duda. Tiene usted que pensar que estuvo en las tres academias, un año en cada academia y eso es suficiente para hacerse una sólida formación militar.

- Pero además de formación militar también ha recibido formación universitaria civil, ¿cuál cree que le interesaba más?

- Yo solo puedo hablarle de la cuestión militar, que es donde yo lo he tratado, y en este sentido insisto en que va a ser un excelente jefe supremo de las Fuerzas Armadas. Le tiene un cariño grande a las Fuerzas Armadas y a todo su entorno.

- ¿Han vuelto a verse?

- Coincidimos en muchas ocasiones. Él es un gran navegante y yo también navego, de modo que nos hemos encontrado en alguna regata.

- ¿Y cómo ve a la Princesa de Asturias en su papel de futura Reina de España?

- No tengo ni idea.

- Pero la ha conocido.

- No opino de eso. No la conozco. De saludarla y nada más, no he tenido ningún trato con Su Alteza.

- Se dice que es el Príncipe Heredero más preparado de la historia, ¿qué opina?

- No conozco a los otros príncipes, de modo que no puedo comparar, pero que está muy preparado es cierto.